En Suiza, país realmente democrático como pocos donde absolutamente todo se somete a votación del pueblo, acaban de aprobar un artículo constitucional en favor de la promoción de la formación de la música y el canto, tanto en la etapa de escolarización como en los ratos de ocio o como actividad extraescolar.
Efectivamente, las leyes las vota el pueblo, no los políticos ni diputados, es decir una democracia real. Los votos favorables, más de 1,55 millones, representan el 72,7 % del electorado, habiendo sido positivo en todos los cantones sin excepción.
La iniciativa parte desde los propios ambientes musicales y el texto prevé que la Confederación Suiza y los Cantones animen y promuevan la formación musical sobre todo en las primeras etapas, particularmente niños y jóvenes, de forma que si no se llegara a poner en práctica la propia Confederación actuaría en consecuencia. La idea es también tanto el facilitar el acceso a las escuelas a todos los niños en general como promocionar a los jóvenes talentos.
La tarea empieza ya mismo, definiendo el plan nacional de competencias que los alumnos deben adquirir en la asignatura, de la misma forma como lo harían con las matemáticas o los idiomas. Los directores de instrucción pública cantonales aseguran que los objetivos de la escolaridad obligatoria estará lista antes del 2014.
Estamos tan cerca y a la vez tan lejos…