Si bien es verdad que a priori la idea puede parecer irracional, lo cierto es que se sustenta sobre unos principios sólidos y en común. No se trata solamente de un grupo de amigos, intérpretes de música antigua, que deciden unirse a un grupo de flamenco e intentan hacer algo coherente en conjunto. La base es mucho más profunda y viene apoyada por la tesis que hace unos años propusieran Antonio y David Hurtado Torres, en la que afirmaban que los orígenes del flamenco se encontraban en el barroco hispanoamericano. Hemiolias, melodías ornamentadas, cadencias frigias, etc. son numerosos los nexos comunes que avalan tal similitud. Y con la misma (o quizás distinta) intención Fahmi Alqhai y Arcángel unen su saber hacer para crear un ambicioso espectáculo con anhelos de excelencia, que tras haber recorrido (y seguirán haciéndolo) los mejores escenarios de auditorios y festivales de todo el mundo han decidido llevar al disco esta inexplorada vía.
El mestizaje musical de las culturas europeas, americanas y africanas que tiene lugar en América, y que más tarde daría lugar al jazz es ahora visitado desde un punto de vista diferente. Jácaras, folías, chaconas, guarachas, tangos, romances, fandangos, seguiriyas, passacaglias, guajiras… Músicas que quedaron escritas hace cientos de años y músicas que se transmitieron boca a boca en un constante ir y venir son ahora el material a tratar y quién sabe si esta alocada idea de “fusión” a la que asistimos se acabará convirtiendo en un punto de partida para nuevas propuestas o en un cambio en la percepción de dos músicas que a pesar de ser tratadas como distantes hubo un tiempo en que estuvieron más unidas de lo que podemos imaginar.