Doce Notas

The Four Seasons Revisited

cdsdvds  The Four Seasons RevisitedParece imposible que se pueda hacer algo nuevo con las archiconocidísimas Cuatro Estaciones de Vivaldi. Pues sí, se puede. Pero no está al alcance de cualquiera; se necesita una mezcla tan explosiva como la de Aarón Zapico, Aitor Hevia, Forma Antiqva, Theo Bleckmann, Uri Caine y Winter & Winter.

Sin palabras deja esta grabación, y sin ellas se presenta al oyente. La ausencia de un libro explicativo nos demuestra que no hace falta ser un erudito para vibrar y estremecerse con esta música: únicamente hay que estar dispuesto a disfrutar libremente. Creo que una explicación histórica solo hubiera condicionado y en cierto sentido manipulado al oyente, y que esto se encuentra en las antípodas de lo que estos artistas han pretendido. Me atrevería a confesar que me resulta irrelevante quién fue el compositor o en qué contexto se encuadran estos concerti. Y, a pesar de ello, una de las maravillas de esta grabación es que seguimos escuchando a un Vivaldi cuyo texto es respetado al mismo tiempo que se extrae de él una realidad completamente distinta a la que habíamos creído sagrada y herméticamente encerrada en él. “La batalla entre la armonía y la invención” –título de la colección a la que pertenecen estas obras– se transfigura aquí, en la primera incursión discográfica de una agrupación española en el territorio de Las Cuatro Estaciones, en la alianza entre el historicismo y la fantasía.

Sobre la base de los sonetos que acompañaron originalmente a estos conciertos y delante de los decorados de las ilustraciones de Marcel van Eeden, se escenifican cuatro creaciones músico-poéticas que, a pesar de poseer lenguajes tan dispares, consiguen efectos sensoriales semejantes a los de las obras de Vivaldi. Como si de prólogos a cada una de las escenas se tratasen, la apertura del telón deja paso a una interpretación en la que la sensibilidad de cada uno de los músicos se adentra en el terreno de la osadía sin sobrepasar jamás la delgada línea que puede separarlo de la tentación de la extravagancia.

Los conceptos tradicionales se transgreden y se ponen en tela de juicio para demostrarnos que el arte es mucho más complejo, rico y variado de lo que nuestros prejuicios y nuestro afán por compartimentar y definir nos han permitido imaginar. Creación, interpretación y recepción convergen y dan forma a esta experiencia única. Pasado y presente se unen para transportarnos a un universo en el que música, pintura y poesía bombardean nuestros sentidos desde todos los ángulos posibles. El lugar de escucha se convierte así en una sala de proyecciones (con Dolbi Surround y en 3D, por supuesto) no despojada de la inmediatez de la comunicación teatral. Colores, luces, sombras, sonidos, murmullos, olores, ráfagas, caricias, escalofríos, esperanza a borbotones, confinados en un frasco que espera a ser abierto para desvelar sus secretos. ¿Una nueva forma de realidad virtual?

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