Así, títulos como Invitación, Te quiero tanto, Los tres golpes, La Celosa, Homenaje, La Carcajada o No bailes más, harán al intérprete transportarse hasta la Cuba colonial del siglo XIX donde la pasión la sensualidad o la melancolía estaban muy presentes.
Su autor, Ignacio Cervantes fue uno de los compositores más significativos de su país y uno de los que más influencias ha tenido en compositores posteriores. Estudio en París y tras volver a Cuba, fue expulsado poco después de la isla por haber realizado una serie de conciertos para la causa separatista de la Guerra de los diez años (1868-1878).
En los Estados Unidos y en México, Cervantes continuó su labor a favor de la causa separatista cubana. Después del Pacto del Zanjón y con la amnistía general regresó a Cuba en 1878, para partir nuevamente al exilio en 1895 al estallar la guerra del 95.
Cervantes escribió, además de la opera Maledetto, un gran número de sinfonías de cámara, Scherzo Capriccioso (1885), varias zarzuelas y estas Danzas Cubanas que le dieron mucha fama por su evocadora temática y marcado tema nacionalista.