Esta grabación contiene 25 temas y, como si de un ciclo vital se tratara, nos vemos arropados por una voz cálida y suave en la tranquilidad que transmiten los 10 primeros cortes, nanas en su mayor parte; con ritmo más movido nos desperezamos al alba con el tema 11, un canción popular vasca Din dan boleran; y recorremos un crecendo que culmina con ‘La Tarántula’ de La Tempranita de G. Jiménez. Terminamos de fiesta, con risas y aplausos en la grabación en directo de un duetto buffo atribuido a Rossini (Duetto buffo di due gatti)y un regalo, la Coplilla a Victoria de los Ángeles, interpretado por cinco chicos de la fundación junto a la colaboración de su profesor Jordi Homs.
Autores como Montsalvatge (Canción de cuna para dormir a un negrito), Brahms y Schubert (Wiegenlied), Falla (Nana), una conocida canción catalana (El Noi de la mare), una bellísima canción sefardí (Durme, durme, hemoso hijico), entre otras, son interpretados con una dicción y una nitidez perfectísimas, cuan perlas sonoras. Se ha dicho de Victoria que tenía una “voz químicamente pura” y que su timbre tenía un terciopelo y una satinada suavidad. Estas piezas estróficas nos permiten disfrutar del gran repertorio que dominaba a la perfección, donde el legato y la sensibilidad poética se tornan naturales y aparentemente sencillas.
Con otro carácter, que invita al juego, a la risa, al baile o el puro entretenimiento, se encuentran sobre todo canciones populares catalanas, como Margarideta, Els tres tambors y La ploma de perdiu, o Les filles de Cádiz, de Delibes; junto a éstas, ‘Stizzoso, mio stizzoso’, de La serva padrona, de Pergolesi y Le violette de Il Pirro ed il Demetrio de Sacarlatti permiten mostrar la soldadura de registros, los excitantes claroscuros y las delicadas inflexiones de esta soprano lírica, dúctil y con una expresividad emotiva sin igual.
Las grabaciones proceden del fondo EMI, que cedió sus registros. Acompañan a Victoria, además de algunas orquestas, grandes pianistas como Manuel García Morante, Alicia de Larrocha, Geoffrey Parsons, Gerarld Moore, guitarristas como Oscar Ghiglia, y Renata y Graciano Tarragó, y ella misma en la Nana de Falla. El disco se acompaña con una biografía de la cantante y reproducciones de cuadros pintados por muchachos de la Fundación. Los beneficios de este CD se repartirán íntegramente entre las dos entidades promotoras, y representa, sin lugar a dudas, el testimonio más claro de lo que supuso Victoria para el mundo lírico: “Sólo soy una persona que canta, y así me gustaría que me recordaran”; estas palabras, pertenecientes a una de sus últimas entrevistas en la prensa, resumen toda la proyección de su arte y de su vida.