Doce Notas

Las Variaciones de Eulàlia Solé

Eulàlia Solé. © Antonio Luis Serrano

Cerca de quince minutos de concierto, lo equivalente a la interpretación del aria, las primeras cuatro variaciones y de nuevo el aria a modo de conclusión (sin aplausos, por petición expresa de la descalzada artista), sirvieron como aperitivo al disco que edita, con excepcional factura, el sello Verso. Sello que no nos tiene muy acostumbrados a este tipo de lanzamientos de ‘repertorio’, pero que no por ello dejamos de aplaudir.

Fraseos sutiles, melodías y detalles constantemente buscados, limpias sonoridades y delicadas articulaciones pudimos escuchar en los dedos de Eulàlia Solé. A continuación, José Miguel Martínez, director de Verso, abrió una breve mesa redonda junto a la pianista y al maestro José Luis Temes, un asiduo del sello. En ella, Solé evidenció que “hubo un antes y un después” en su vida musical gracias a estas Goldberg, aunque “Bach siempre estuvo ahí”. Temes, por su parte, la considera una “grabación madura, objetivable a la vez que humana”, al hilo de las pistas que la propia pianista dejó entrever de su estilo interpretativo: “primero lo trabajo, después, me abandono”.

Una artista singular, que no hace música sino que “la siente”, que se acerca a esta obra tan interpretada y grabada con gran libertad, desde una concepción novedosa y muy cuidada, y que busca siempre lo estético, concluyendo que “si hay belleza, todo es posible”.

Salir de la versión móvil