Guitarra Contreras "25 aiversario", con el doble fondo que inventó su creador.
Pablo Contreras, establecido en la calle Mayor, 80 en pleno centro histórico de Madrid, está considerado uno de los mejores representantes de la guitarrería madrileña actual.
Pablo era hijo de Manuel González Contreras (Madrid, 1928-1994), uno de los guitarreros importantes de la tradición madrileña. Manuel formó parte del taller de los Ramírez a mediados del siglo XX, hasta que en 1962 se estableció en la calle Mayor. En esa empresa familiar, que alcanzó premios y renombre por la calidad de sus instrumentos, se formó su hijo Pablo quien se haría cargo de la guitarrería en 1986. Desde entonces Pablo ha continuado la tradición heredada participando activamente en esa red de guitarreros que ha sido tan importante en Madrid a partir de los años 1950 y que ha conseguido fama internacional.
Siguiendo el interés de su padre por explorar la acústica de la guitarra moderna, Pablo experimentó con la guitarra buscando darle mayor volumen. Sobre las líneas marcadas por Manuel, que había puesto ya una doble tapa del fondo en la parte exterior de la guitarra, Pablo colocó este doble fondo en el interior añadiendo otra tapa a unos milímetros de distancia; de este modo consiguió una cámara acústica que daba mayor volumen sonoro al instrumento sin que, en este caso, cambiara el tamaño ni la morfología del mismo.
Con este modelo perfeccionado de guitarra, Contreras hijo obtuvo en 2000 el primer premio en el I Certamen Intenacional de Guitarras “Joaquín Rodrígo” organizado por el ayuntamiento de Aranjuez y la fundación Victoria y Joaquín Rodrigo (véase la noticia en la www.manuelcontreras.com). Según la crónica publicada en la revista Docenotas nº 24 de diciembre 2000-enero 2001, “a la cita se presentaron más de treinta guitarras, llegadas de los cinco continentes… El jurado basó su fallo en el sonido del instrumento valorándolo por encima de otras características”.
Se trataba de un experimento del que Pablo estaba muy satisfecho según comentaba a clientes, amigos y estudiosos de la guitarra. También lo estaba de la búsqueda y selección de maderas idóneas, en las que, como buen constructor, ponía gran cuidado. Así, para elaborar los fondos de las guitarras elegía madera de palosanto para la parte exterior –la que está en contacto con el intérprete–, y la misma madera para el doble fondo interior; a su vez este doble fondo estaba cubierto con una hoja de cedro o pino (la madera que se ve asomándose al interior de la guitarra, donde está pegada la etiqueta), siendo elegido uno de estos dos materiales pensando en que coincidieran con la madera de la tapa armónica.
Pablo Contreras se ha ido rápidamente, sin ruido, cuando empezaba a recoger los frutos de su invención. Ha desaparecido de las calles del centro de Madrid que transitaba desde hace muchos años y lo echaremos mucho de menos. Los colegas, amigos y músicos en general cuidaremos de la parte que le corresponde en la historia de la guitarra moderna con todo cariño, con el mismo que Pablo hacía los instrumentos. Nos reconforta saber que la guitarrería continuará su actividad conservando así la tradición familiar.
(Cristina Bordas es organóloga y Presidenta de la Sociedad de la Vihuela, el Laúd y la Guitarra)