Pese a todo, las dos tandas aparecidas, una por año, han sorprendido a propios y extraños con la excepción de aquellos que sabían que Diverdi lleva tiempo intentando crear algo grande y bueno en el yermo campo de la discografía contemporánea; y ahora que lo consigue, el Ministerio ni lo quiere mantener, por lo que parece, ni suelta la titularidad del sello que quizá podría volar sin tan pesado lastre. Así son las cosas en este país tan raro que tenemos.
En cuanto a la producción de esta segunda, y quizá última temporada, de Anemos es de magnífica factura: cinco discos monográficos dedicados a Luis de Pablo, Alfredo Aracil, Benet Casablancas, Cristóbal Halffter y Santiago Lanchares. De los cinco, tres cuentan con las prestaciones de orquestas sinfónicas gracias al espíritu de colaboración de centurias como la Sinfonica Nazionale della RAI, la Sinfónica de la RTVE y la Orquesta Nacional de España; los directores de las formaciones son otro lujo: Juanjo Mena y Gianandrea Noseda con los italianos y la música de De Pablo; Adrien Leaper y la RTVE en el disco de Aracil y Josep Pons y su orquesta, la ONE, en el dedicado a Casablancas.
Tampoco es desdeñable la presencia del Arditti Quartet en el dedicado a Halffter. En cuanto a la grabación dedicada a Santiago Lanchares, se cuenta con la prestación del pianista Ananda Sukarlan y el percusionista Miquel Bernat. Conseguir todo esto, además de una presentación física admirable, en textos, formato y diseño, y hacerlo con una subvención muy justita es síntoma de lo que aquí se podría hacer con recursos básicos y un poco de libertad de actuación. Como por lo visto hasta aquí hemos llegado, disfrutemos de lo hecho que aquí está.