Danza en la plaza. Cortesía Veranos de la Villa
Los escenarios principales serán los Jardines de Sabatini, que acogerán espectáculos de danza, teatro, flamenco y zarzuela, destinados principalmente al público visitante; Conde Duque, que recupera su espacio en los Veranos de la Villa, tras varios años de remodelación, y lo hace con una propuesta innovadora, el primer Fringe Madrid; Matadero Madrid, que abrirá su terraza para todo tipo de actividades lúdicas y culturales, y el Teatro Circo Price, nueva sede musical de los Veranos que asumirá el papel del costoso y poco rentable escenario de Puerta del Ángel que sustituyó al Conde Duque durante las obras. Una buena parte del millón de euros menos del presupuesto de este año en relación al anterior, se lo llevaba este macro escenario de la Casa de Campo.
Este año el festival costará solo 1.280.000 euros, inversión que puede reducirse a los 800.000 con la venta de entradas y el patrocinio, según señaló en su intervención el Delegado del Área de Gobierno de Las Artes, Fernando Villalonga, que también destacó, en esta drástica reducción del presupuesto, el hecho de que los participantes han aceptado ir ‘a taquilla’.
Mas de 400 propuestas presentadas al Fringe Madrid
Sin duda una de las grandes novedades de esta edición es la recuperación del Centro Cultural Conde Duque como uno de los escenarios principales del festival. El centro se hace cargo esta primera edición del Festival Fringe, un espacio abierto a todas las disciplinas artísticas y a aquellos interesados en mostrar su trabajo a público y profesionales. A la convocatoria han acudido 428 propuestas y han sido seleccionadas 35, cuyo estreno tendrá lugar entre los días 13 de julio y 11 de agosto. Intérpretes de toda España, así como algún extranjero, participarán en este Festival con espectáculos tanto teatrales como de circo, danza, música, poesía, teatro infantil o performance.
El Fringe se inspira en los festivales que nacieron en 1947 en Edimburgo. «Las compañías y autores que no fueron seleccionados para el Festival Internacional de la capital escocesa decidieron convertir las calles en escenario: críticos y público se interesaron desde entonces por esta manifestación artística a la que se suma Madrid como ya lo han hecho Nueva York, Dublín, Singapur o Melbourne», explicó Botella.
La fórmula viene aplicándose desde hace bastante tiempo en España, en paralelo a grandes Festivales, como es el caso del Festival Fex de Granada. Lo que si hay que admitir es que Madrid reconoce la autoría de Edimburgo en la propuesta y quizá esa sinceridad le permita darle una proyección más cosmopolita, atrayendo a compañías y artistas de la escena internacional. El mundo de la cultura madrileña, que seguro que también abre por vacaciones, lo agradecería en medio de un recorrido tan turístico como propone el ayuntamiento.
Conde Duque contará además con una terraza en la que se ofrecerán actuaciones musicales en directo de los más diversos estilos, así como con debates públicos en los que intervendrán destacados representantes de la vida cultural madrileña.
La pista del Price, «templo» musical
Otra de las grandes novedades de la presente edición es la incorporación del Teatro Circo Price como sede principal de los conciertos del festival. El próximo 27 de junio Charlotte Gainsbourg, acompañada por Connan Mockasin Band, abrirá el ciclo de música de Veranos Price, que constará de veintinueve conciertos. Además de las citas musicales que ya se anunciaron el pasado 21 de mayo, el cartel del Price se ha completado con las actuaciones de la Orquesta Mondragón (28 de junio), Reggae Vibes Morodo + Ras Kuko + Sound System: Unity Sound (21 de julio), el espectáculo El burlesque de ‘El Molino’ en Madrid (22 de julio) y la actuación de Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra que pondrá el broche de oro a este escenario, el 31 de julio. Sin olvidar las actuaciones de Julieta Venegas, Pink Martini o Toquinho.
Flamenco y zarzuela al pie del Palacio Real
El escenario de los Jardines de Sabatini centrará su programación en el flamenco, la danza, el teatro y la zarzuela. El Ballet Nacional de España, entre los próximos 28 de junio y 1 de julio, abrirá la programación de los Veranos Sabatini, la mas amplia del festival, ya que se extenderá hasta el 2 de septiembre, día en el que los patinadores del Imperial Ice Stars ofrecerán la última representación de La bella durmiente. Entre estas dos fechas desfilarán por este escenario «pesos pesados» del flamenco, en un total de once citas con el cante, el toque y el baile; dos grandes títulos de zarzuela como Los gavilanes y La verbena de la Paloma, a la que aseguró que se apuntaba la alcaldesa.
Música en la plaza Mayor
El 7 de julio volverá a la plaza Mayor el tradicional concierto sinfónico, aunque, esta vez, la orquesta será la de la Comunidad de Madrid, dirigida por José Ramón Encinar, y no la Berliner Staatsoper, bajo la dirección de Barenboim. En esta ocasión, tampoco se podrá escuchar la novena de Beethoven pero si la de A. Dvorak, más conocida como la Del Nuevo Mundo, a la que acompañarán en el programa la Suite nº 1 y la nº 2 de El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla.
Matadero, cultura con vistas al Río
Matadero Madrid y Mahou Art Impressions presentarán, un verano más, la Terraza Matadero, imaginada en esta ocasión por Andrés Jaque Arquitectos, que ha creado dos espectaculares estructuras que llevan por nombre Escaravox y que son al mismo tiempo un espacio escénico, área de juegos, zona de descanso y refresco, sistema de sonido y pantalla de proyecciones, y permiten programar todo tipo de actividades lúdicas y culturales.
Todos los jueves desde las 21 horas, el Colectivo Ja! programará una serie de sesiones en las que se mezclan música en vivo, cine de verano, performance, fiestas populares y otras actividades. Para los viernes, a la misma hora, Matadero Madrid ofrecerá a todos los ciudadanos la posibilidad de programar según su propio criterio. Todas las propuestas deben ser enviadas a creadores@mataderomadrid.org. La Terraza Matadero estará abierta desde el 28 de junio al 16 de septiembre.
Además, el 6 de julio, Los Cuantos, proyecto paralelo de Kim Warsen, de Ginferno, sonarán en la Nave de Música colaborando con algunos de los artistas del Archivo de Creadores de Matadero Madrid. Y el 20 y 21 de julio, se presenta en la Nave 16 Harmonía, una ópera comestible. Este proyecto de Espada y Mauleón, es una alegoría clásica que narra el triunfo de la concordia entre los gustos y los sonidos frente al caos de la glotonería, en la que el público participa con una peculiar degustación.
Entre el 6 de julio y el 5 de agosto el teatro dará paso al género español por excelencia con el concierto escénico Le llaman copla, una propuesta en la que se presentan algunas joyas como La bien pagá, Te lo juro yo o Tatuaje.
Más solfa y danza
La música ofrece otras propuestas. Al concierto de la Orquesta de la Comunidad de Madrid en la plaza Mayor, se suma el ciclo de conciertos al aire libre La Banda al fresco (título muy valorado por Ana Botella), de la Banda Sinfónica Municipal, que tendrán lugar del 6 de julio al 12 de septiembre, repartidos por siete distritos de Madrid y donde se interpretarán piezas como: Los dos Adolfos, de Jose Mª Martín Domingo; Bailando con Lobos, de John Barry; Momentos con Morricone; El año pasado por agua, de Federico Chueca; El Murciélago, de Johann Strauss o Los Planetas, de Gustav Holst, entre otras. Además de la amplia programación de las salas de música en vivo y el II Ciclo de Ópera de la Fundación Olivar de Castillejo y Fundación Operística de Navarra, un espacio agreste, salvado del cemento en plena ciudad, que conserva sus olivos centenarios.
Por último, la danza sale de los teatros un verano más en nuestra ciudad, como antesala del Fringe Madrid 2012. Cuarta Pared y la compañía Provisional Danza presentan de nuevo este año, y van seis, Danza en la plaza, los próximos 4 y 5 de julio. Será en la Plaza de España y contará con la última pieza de calle de Carmen Werner (Madrid – Premio Nacional de Danza 2007), y con los trabajos de otras tres compañías: Proyecto d_ruses (Aragón), María Antonia Oliver (Islas Baleares) y Ertza Dantxa (Euskadi). No todo iba a ser flamenco.