Doce Notas

El mejor ballet también para niños en los Teatros del Canal

Cascanueces. Un cuento de navidad. © RomanSejkot

La fusión de los cuentos El cascanueces y Un cuento de Navidad ha dado lugar a este íntimo espectáculo, estrenado en Praga en 2004, que se ha vuelto a estrenar en estas fechas en el Teatro Nacional de Praga.

El coreógrafo Youri Vàmos adapta con modernidad y brío el Cuento de Navidad de Charles Dickens. Este húngaro especialista en quitarle el polvo a los clásicos combinando personajes, coreografías y músicas de distintas procedencias, se sirve esta vez de una piedra angular del repertorio de ballets de todo el mundo, El cascanueces de Chaikovski que desde su estreno en 1892 ha sido reinterpretado en multitud de ocasiones manteniendo siempre su conexión con el público de todas las edades.

La espectacular y colorida escenografía de Michael Scout nos sitúa en un frío Londres decimonónico. Es Navidad y las calles se visten de adornos y villancicos. El prestamista Scrooge, paradigma del viejo tacaño y desalmado, no sólo despide a su subordinado Bob Cratchit sino que rompe iracundo la marioneta del cascanueces que ansiaba la pequeña Clara, hija de Bob. Tanta maldad no podía quedar sin castigo.

En la Sala Roja de los Teatros del Canal se desplegará un mundo mágico de sueños ejemplarizantes y lecciones por aprender. En paralelo a esta fantasía onírica, interpretada con virtuosismo por el elenco del Ballet del Teatro Nacional de Praga, se alza el espíritu de la Navidad y su poder para redimir el alma humana.

El Ballet del Teatro Nacional de Praga
Fundado en 1883 es en la actualidad el ballet más importante de la República Checa. Desde 2002, bajo la dirección artística de Petr Zuska, uno de los coreógrafos y bailarines checos más respetados, la compañía ha ampliado su repertorio incluyendo junto a grandes obras clásicas, como El lago de los cisnes, El cascanueces, La bella durmiente, Giselle, La sylphide de Bournonville o Napoli, coreografías neoclásicas y contemporáneas, como La fierecilla domada o creaciones de Balanchine, Kylián, Mats Ek, Galili, UVGI, Forsythe, Maillot, Jerome Robbins, el español Nacho Duato o incluso el mismo Youri Vàmos.

Exposición La eternidad fugaz
El hall de la Sala Roja acogerás durante las fechas del espectáculo (hasta el 9 de enero), la muestra de fotografías de Diana Zehetner La eternidad fugaz en la que se han reunido instantáneas de momentos de espectáculos que ha acogido el Teatro Nacional Checo. La autora es una fotógrafa de origen checo con residencia permanente en Londres. Colabora con el Teatro Nacional Checo desde hace tres años.

El teatro es un arte del momento, no es posible repetirlo. El movimiento también es una obra del momento. Muere en el momento en que nació. A pesar de ello, es eterno. En las fotografías de Diana Zehetner es así. Sin embargo, la eternidad muestra aquí otro aspecto. El arte es como un Aver Fénix, levantándose de las cenizas para revivir otra vez.

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