El disco de Toldrà, por su parte, añade directamente voz a todos los cantabiles antes emulados en las piezas de salón de Falla y, ¡qué voces! Assumpta Mateu otorga dulzura, sensibilidad y buen gusto, mientras que Lluís Vilamajó se presenta como un gran liederista, serio y meticuloso. Setenta y una canciones, de las que cincuenta son de nueva composición y el resto armonizaciones de otras populares como Lorenzo y Catalina o la deliciosa La panaderita. El sustento que aporta el piano de Francisco Poyato ejerce de fiel y atento compañero a lo largo de todo el registro, otorgando una gran variedad de colores al dicromático teclado. Gran libro también en el que sólo echamos en falta las traducciones de los poemas de Carner, Segarra o Maragall.
Por último, el pianista e investigador estadounidense Douglas Riva se ha embarcado, hace ya algún tiempo, en el complicado asunto de las integrales, en este caso la de su compositor de cabecera: Enrique Granados. Colaborador asimismo de la edición crítica preparada por su mentora, Alicia de Larrocha, Riva nos acerca, en este primer volumen reeditado para la ocasión, las Danzas españolas, entre las que encontramos las populares Oriental y Andaluza, que suenan renovadas y de lo más bailable, además de una obra inédita que Granados dejó en rollo de piano: Improvisación sobre la Jota valenciana, de tintes populares aunque también meditativa.