Doce Notas

Los Novísimos y Vendaval de Luis de Pablo

Stradivarius presenta en este cd grabaciones en directo de dos grandes obras del maestro bilbaíno: Los Novísimos y Vendaval.

En contexto católico, los novísimos, o postrimerías del hombre, hacen referencia a todo aquello que acontece tras la muerte, y son cuatro: muerte, juicio, infierno y gloria. El compositor toma estas nociones como fuente de inspiración y les dedica un movimiento a cada una, si bien, altera el orden establecido, comenzando con la evocación del hades, para seguir con el ascenso a los cielos y el juicio de Dios y cerrar la obra con la muerte.

Para evocar el Infierno, de Pablo utiliza el impactante Tenebrae, texto incluido en el Dall’Inferno, de Giorgio Manganelli. El coro masculino comienza recitándolo sobre diversos ostinati rítmicos hasta que, por fin, pronuncia irremediablemente: “certamente, questo é l’inferno” (“ciertamente, esto es el infierno”). Un auténtico clímax musical que tanto obra como intérpretes logran en a penas tres minutos de música.

Los milagros de nuestra señora, de Gonzalo de Berceo, son los protagonistas del segundo movimiento, Lux, en el que destacan el coro femenino y todos los instrumentos agudos, otorgando gran luminosidad al fragmento. El tercer tiempo, Sententia, quizá el más estático de todos, emplea el coro únicamente a modo de vocalise. Finalmente, de </>la Epístola a Meneceo, de Epicuro, provienen los textos del último fragmento de la obra, Labyrinthus-Epistula; movimiento muy dramático y muy bien dramatizado por el coro, que sirve de recapitulación, en el que las voces avanzan lenta y polifónicamente hasta explotar en varias entradas fugadas habladas. La orquesta no se queda atrás y, en las manos de su titular, José Ramón Encinar, aprueba, y con nota, la compleja interpretación de la partitura.

Vendaval, por su parte, es una obra muy próxima al sinfonismo y prima hermana de otras dos obras de carácter similar: Las orillas y Tréboles. Está dividida en seis movimientos, bien equilibrados entre sí y bastante homogéneos en cuanto a duraciones y estilos, salvo Ojos cerrados, de mayor minutaje.

La enorme composición se abre con una fanfarria –al igual que Los Novísimos-, desencadenándose un complejo movimiento titulado Potpourri, de lejanas reminiscencias bartókianas. A continuación, Cuerdas, destinada únicamente a los instrumentos de arco frotado, supone, en palabras del gran José Luis Téllez -autor de los valiosos comentarios del CD- la culminación del primer movimiento.

Lo que sigue son, básicamente, un Scherzo y un Trío sin repetición, denominados Danza y Hausa. La primera de ellas supone un auténtico maremoto sonoro, verdadero lucimiento técnico para la orquesta, que resuelve el entuerto con precisión y afinación constantes, incluyendo los complejos ecos en los metales del comienzo de Hausa.

El penúltimo movimiento, Ojos cerrados, propone los momentos más pausados y contemplativos de la obra, trabajando una gran variedad de planos sonoros vaporosos y difuminados. Final, se presenta como un movimiento de clausura cercano a Potpourri, en lo que al marco de la obra se refiere.

Celebramos pues, grabación y aniversario, con la esperanza de que sellos como éste continúen por el buen camino trazado y compositores como el aquí esbozado sigan deleitándonos con nuevas obras de calidad; al menos, durante otros prósperos ochenta años más.

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