Después de todo se trata de una temporada sensata, que apuesta por la elegancia en las puestas en escena y en la que se apuntan detalles de que Mortier cuenta con todos, incluido un Plácido Domingo que celebrará sus setenta años con un concierto internacional en el que se esperan cantantes de todo el mundo.
La temporada se abre con Eugene Oneguin, de Chaikovski, con una producción que viene del Bolshoi. Montezuma, ópera barroca de Carl Heinrich Graun en versión del gran especialista argentino Gabriel Garrido, va a los Teatros del Canal. El tercer título es uno del que ya se había hablado mucho: Caída y muerte de la ciudad de Mahagony, de Weill/Brech. Se cuenta para esta producción con una de las voces más espectaculares de la nueva generación, Measha Bruggergosman, la versión escénica, por su parte, será de la Fura dels Baus. El siguiente título es Otra vuelta de tuerca, de Britten, ópera que ya gustó y mucho cuando se puso en La Zarzuela hace años, dirige ahora Josep Pons. Para diciembre le llega el turno a El caballero de la rosa, con dirección musical de Jeffrey Tate y una delicada puesta en escena del desaparecido Herbert Wernicke (del que el aficionado madrileño recordará la impresionante montaña de libros de El Quijote, de Halffter). Gluck llega tras la Navidad con Iphigénie en Tauride, con una nueva producción para el Real que llega de Chicago, Londres y San Francisco. Febrero será el mes del estreno mundial de La página en blanco, encargada a Pilar Jurado; único proyecto que Mortier ha respetado al equipo saliente. El romanticismo llegará de la mano de Werther, de Massenet, que viene de Francfort en una visión escénica de Willy Decker. El Rey Roger, de Szymanowski llega en una producción diferente a la que propuso el Liceu. La sorpresa es el gran espectáculo de San Francisco de Asís, de Messiaen, una imponente ópera de seis horas y más de trescientos músicos y cantantes que se irá a la Caja Mágica. Este espectáculo, realmente estelar, estará enmarcado en dos producciones de repertorio que llevan el sello del ahorro, por más que se trate de óperas y producciones excelentes, Las bodas de Fígaro (Mozart) que propuso Sagi en 2008, y la Tosca (Puccini) de 2004, esta última tiene incluso versión en DVD. www.teatro-real.es