Mucho menos en este catálogo, que sabe abordar a la perfección, ofreciendo siempre las dosis justas de interpretación históricamente inspirada y de musicalidad. Las intervenciones solistas tampoco se quedan atrás, con momentos especialmente afortunados como el de una luminosa y sollozante Katharine Fuge en Wer weiss, wie nahe mir mein Ende? Un “grandes éxitos” del proyecto bachiano de Gardiner que hay que tomar como lo que es: puro deleite auditivo.
Bach: Eternal fire
