Así se puede apreciar la calidad de la música del compositor madrileño en su etapa más veterana. Ella destaca por la diversidad de combinaciones tímbricas, conseguidas por su magistral orquestación y que sabe enlazar con coherencia, gracias al respeto a una equilibrada estructura general (que alterna partes cantadas e interludios orquestales). Las líneas de canto son pausadas y líricas.
El libreto, de Juan Carlos Marset, cuenta con un argumento original, que parte del evangelio, pero que tiene un trasfondo filosófico que se remonta al mito platónico de la caverna. La puesta en escena (dirigida por Alexander Schulin), primera que se hace de esta ópera, es sobria y sugerente como la música (dirigida por Georg Fritzch), e invita al espectador a participar con su imaginación.
No en vano el estreno de Lázaro fue aplaudido por crítica y público. Las entrevistas a compositor y libretista son interesantes, porque proporcionan un vistazo al proceso creativo que hay tras su ópera.