La música clásica vive un momento difícil en todo el mundo porque en los últimos tiempos se enfrenta a un esquema de difusión comercial, alerta Enrique Arturo Diemecke, compositor mexicano que dirige la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB) y quien ha sido invitado al VII Festival de Orquestas del Mundo, en Moscú. ‘La música clásica es un alimento para el espíritu y no para hacer dinero. Así que se debe tener mucho cuidado para que no se traicione su idea original’, asegura.
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