En ese centro del mediterráneo español que es la provincia de Almería, comenzó su andadura este sorprendente festival de la mano, curiosamente, del asturiano Carlos González, su director artístico, musicólogo, luthier y empedernido aventurero.
Él fue el creador del Festival de Música Antigua de Gijón con el que consiguió atraer todas las miradas de los círculos internacionales con los que había establecido contacto a través del comité organizador de Musicora, la feria internacional de instrumentos de París. Pasó un periodo en Córdoba, en donde se instaló tras abandonar definitivamente París y en donde intentó también dejar su huella y, a la vez, impregnarse de esa cultura hispanoárabe que ahora cobra forma en este festival.
Tras Córdoba, nuestro «argonauta» recaló en Almería, primero Albox y después Roquetas de Mar. Esta última le birndaría la posibilidad de unir sus dos principales objetivos: el estudio y la construcción de los instrumentos y la difusión de la música que nació con ellos. Con estas premisas, puso en marcha la primera escuela de luthería de nuestro país que ahora se ha convertido en centro neurálgico de los cursos del festival.
La trayectoria de Carlos González, su recorrido por Europa, con años de residencia en París, su paso por Gijón, Córdoba y ahora Almería, es sin duda lo que ha inspirado la idea de este festival y a la que el Ayuntamiento de Roquetas no ha dudado en sumarse. Estas son sus premisas: «siglos antes de la invención del teléfono, la radio o Internet, músicos y culturas musicales viajaron a bordo de galeones, galeras y fragatas, mutando al contacto de otras músicas y dejando semillas en países lejanos. A menudo volvían a su país de origen, con otro acento y otro sabor, fruto de un enriquecedor mestizaje».
Los conciertos de Mare Musicum
El primer viaje que emprenderá el festival será a través de la Europa medieval, una época en la que la música de los reinos cristianos se separa poco a poco de la inmensa tradición árabe. Nacen nuevos instrumentos y nuevos estilos, tanto vocales como instrumentales. José Luis Pastor será el encargado de adentrarnos en estos territorios desconocidos, tañendo laúd, cítola y guitarra medieval.
El segundo viaje evoca un episodio doloroso de nuestra historia, la expulsión de los moriscos. Estos andaluces del siglo XVII tuvieron que dejar una tierra a la que habían llegado nueve siglos antes, llevándose un riquísimo patrimonio musical, que afortunadamente echó raíces a pocos kilómetros, en la otra orilla del Mediterráneo, diseminándose por todos los países del Magreb. Uno de esos países, Argelia, mantiene al más alto nivel la tradición andalusí de la Nuba, memoria viva de los hermosos sonidos que nacieron en Al-Andalus.
El Ensemble Albaycin, dirigido por el prestigioso músico, pedagogo y compositor Rachid Guerbas, ofrecerá un panorama de esa tradición musical con una serie de actividades que nos permitirán conocer mejor esa música tan cercana en el tiempo y el espacio, pero tan desconocida para nosotros. En los cursos y talleres de canto, percusión y laúd, los alumnos podrán iniciarse en este magnífico repertorio.
Otros mares y otras músicas, las llamadas “de ida y vuelta” que incansablemente cruzaron el océano Atlántico creando nuevas formas, de las zarabandas, chaconas y cumbées barrocos, hasta los más modernos tangos, guajiras y cumbias. América, Europa y África unidas por la música. El virtuoso violagambista Fahmi Alqhai y el cantaor Arcángel ilustran un aspecto concreto de ese viaje secular, el diálogo entre las músicas barrocas de España y América con el incipiente flamenco.
Ana Yepes, coreógrafa y bailarina de renombre internacional prosigue su colaboración con Mare Musicum, instalando nuevamente su Academia Internacional de Danza Barroca en Roquetas de Mar. Le acompañan los miembros de la Compañía de Danza Renacentista Outre Mesure, dirigida por Robin Joly. Juntos presentan su nuevo espectáculo Terpsichore en estreno mundial, conmemorando el cuarto centenario de la publicación de la obra homónima de Praetorius, una de las principales fuentes para el estudio de la danza antigua.
Aparte de su espectáculo Terpsichore, Ana Yepes y los músicos y bailarines de Outre Mesure nos invitan a un baile popular renacentista abierto a todos, para disfrutar de algunas danzas que se bailaron en el siglo XVI y XVII en Europa. Danzas sencillas, casi ingenuas, en las que todo el pueblo participaba en corro.
El último viaje, más interior, navega por la mente del polifacético multi-instrumentista Andreas Prittwitz. De origen alemán, instalado en España, Andreas navega entre el jazz, la música barroca y su labor como acompañante de grandes figuras como Joaquín Sabina, Ana Belén o Javier Krahe. En su nueva propuesta de “Looking Back over the Baroque”, Andreas Prittwitz y la Orquesta Barroca de Roquetas de Mar, ofrecerán un concierto mitad barroco, mitad fusión barroco-jazz, con obras de Vivaldi, Purcell, Telemann, J.S. Bach, Pergolesi, y Geminiani.
El delicado laúd renacentista de Pascale Boquet, digno heredero del que Zyriab introdujo en Córdoba y en toda Europa, será elencargado de transportarnos a una época en la que este instrumento y su pariente la vihuela española reinaban en la música europea del siglo XVI.
Como final de trayecto, el festival se clausurará con el primer concierto a capela del Coro Barroco de Roquetas de Mar, bajo la dirección de Carlos Mena, gran contratenor español. Escucharemos obras de los grandes polifonistas españoles: Francisco Guerrero, Cristóbal de Morales y Tomás Luis de Victoria.
Los cursos
Aprovechando la presencia en Roquetas de todos estos grandes especialistas nacionales e internacionales, el festival ofrece la posibilidad de que compartan su saber y experiencia con los jóvenes músicos que se inscriban a cursos y talleres.
Fahmi Alqhai, Pedro Estevan y José Luis Pastor darán clases magistrales de viola da gamba, percusión y cuerda pulsada medieval, respectivamente.
El Ensemble Albaycin propone talleres de canto, laúd y percusión, para iniciarse en el repertorio de la nuba andalusí.
Pascale Boquet y Andreas Prittwitz iniciarán a sus alumnos en el arte de la improvisación, sin el dominio de la cual nadie era considerado músico en el pasado, pero que hoy es la gran olvidada en el programa de los conservatorios de música.
Ana Yepes, paralelamente a su academia de danza barroca, propone un taller dedicado a la danza barroca hispanoamericana, en concreto a la contenida en el Códice Trujillo del Perú, mientras que Robin Joly trabajará sobre el repertorio de la danza renacentista italiana.
Las exposiciones
Por vez primera Mare Musicum propone dos exposiciones que completan el programa general del festival. Una de ellas reúne 24 obras de Yacine Kacimi El Hassani, miembro del Ensemble Albaycin y especialista en caligrafía árabe. Es un arte que en los países islámicos ha conocido un gran desarrollo, debido a la prohibición islámica de representación figurativa. En cierto modo, la caligrafía ocupa el lugar de nuestra pintura, y ha alcanzado en esos países un nivel artístico extraordinario, que no ha dejado de evolucionar durante siglos. La obra de Yacine Kacimi se ha presentado en numerosos países del mundo árabe y en varios países europeos, y es un reflejo de las nuevas tendencias de este arte.
La otra exposición “La vihuela de Quito: Una reliquia musical”, presentada en el Festival de Música Antigua de Sevilla 2012, evoca un instrumento excepcional, conservado en la Iglesia de la Compañía de Jesús de Quito. Perteneció a una joven quiteña, Mariana de Jesús Paredes y Flores (1618-1645) y se ha conservado por su carácter de reliquia, ya que Mariana fue canonizada en 1950 por Pío XII.
Es el instrumento de tipo guitarra más antiguo de América y una de las tres vihuelas históricas de seis órdenes que se conservan. No se había estudiado en profundidad hasta noviembre de 2010 cuando Carlos González y el Padre Francisco Martínez, estudioso de la música y los instrumentos tradicionales del levante almeriense, viajaron a Quito para realizar su estudio.