Doce Notas

Septeto en mi bemol, op. 20

Hasta el punto de que el propio compositor llegó a quejarse de ese éxito y asimilaba a sus admiradores con la “plebe”; curioso para una obra dedicada a la Emperatriz María Teresa. Está escrito para clarinete, fagot, trompa, violín, viola, chelo y contrabajo y debió de ser obra muy del gusto de esa nobleza diletante a la que Beethoven, como antes Mozart o Haydn, servía obras asumibles, tanto en dificultad como en su plantilla.

La versión que publica la editorial Henle en su formato pequeño, de estudio, pero con criterios urtext, es pieza de estudio obligada.

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