Doce Notas

Concierto Año Nuevo 2008

Lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos acerca de Prêtre es su ineludible asociación con dos ilustres apellidos: Callas y Poulenc. Ambos le consideraban su director predilecto y, por si fuera poco, con la soprano mantuvo un romance que animaría una estrecha colaboración artística. Con ella encabezaría una de las mejores versiones de Carmen junto a Gedda y una descomunal Tosca con Bergonzi y Gobbi. Así mismo, le debemos el estreno de La voz humana del autor del Concierto Campestre. La opereta iba impresa en él y, consecuentemente, se mantuvo como director de la Ópera Cómica durante un trienio. Su nombre se unió al de Viena desde hace más de cuarenta y cinco años, colaborando con la Filarmónica y desde hace veintisiete con la Sinfónica.

Los filarmónicos vieneses han optado por el vital aunque anciano Prêtre para este concierto, de parisinas influencias, cuya primera parte merece ser detallada dadas las primicias musicales. Johann Strauss II homenajea a Jacques Offenbach y su Orfeo en los Infiernos en esta partitura llamada Orpheus-Quadrille de bella estructura, para dar paso a la patriótica Napoleon-Marsch. Josef Strauss, para nada menor a nivel artístico, presenta su “novedad” de toques marciales Laxenburger-Polka. Johann Strauss I inicia abruptamente su Paris Walzer para sugerir con la cuerda en ascenso la belleza rítmica y acabar con un redoble de tambor. Con el animado Versailler-Gallop finaliza una sucesión de divertidas primicias en las que Prêtre abandona momentáneamente la batuta para dirigir manualmente. El resto, bastante previsible y reiterativo, destaca por unas versiones correctas de piezas como el Kaiser Walzer, la Russischer Marsch y el Chineser-Galopp.

Del formato en DVD destacar el llamativo trabajo visual de Georg Riha con motivo de la UEFA EURO 2008, que este año tiene a Austria como sede. Apreciamos un recorrido por los paisajes alpinos en clave futbolística, con la música como marco indiscutible. Los miembros del ballet de la Staatsoper y de la Volksoper imprimen un toque de color y de novedad en las danzas y en la vestimenta. En Albertina impera el corte clásico y en la Karlsplatz el atuendo futbolístico de los bailarines, con una original coreografía a ritmo de la Tritsch-Tratsch Polka. Apreciamos a un Prêtre poco dado a las bromas, con guiños como en la Sport-Polka, en los que hace de árbitro y “sanciona” al concertino. Aún así, fue un buen comienzo de año. Atentos a Daniel Barenboim el primero de 2009.

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