Una grabación eficaz, aún para los que no sabemos tanto alemán como para seguir la narración, la escucha es muy placentera, ya que une eficazmente dos ideas fuerza: el uso de la electrónica a la “canto del adolescente” de Stockhausen y algunos recitados de las obras más experimentales con electrónica de Frank Zappa (el Tiburón amarillo, Jazz from Hell, por ejemplo) con un resultado excepcional en claridad narrativa y uso muy equilibrado de los efectos. Unas grandes voces para los personajes, dentro de una textura clásica y un apoyo en la instrumentación: teclados y bajo.
Tardará en hacerse este espectáculo en España, supongo, aunque ya estamos tardando en introducir a las jóvenes generaciones en la sonoridad contemporánea, más compleja si se quiere, pero no por ello menos atrayente que el repertorio clásico al que todavía nos dedicamos. A seguir la pista de compositor y empeño.