Georg Friedrich Haendel (1685-1759) es uno de los pilares del triunfo de la música barroca y uno de los tres grandes nacidos en el mismo año, junto con Bach y Scarlatti. La muerte de los tres genios no fue, por supuesto, simultánea, y eso provoca que el 250 aniversario de sus respectivas desapariciones haya ido escalonándose. Terminamos, pues, el año Scarlatti y comenzamos a preparar el de Haendel, que llegará en 2009. Haendel no es un ausente en los programas musicales, pero es cierto que su ciclópea producción se interpreta irregularmente. Nunca faltará su Mesias en Navidad o alguno de sus conciertos; pero su catálogo sigue siendo poco conocido en el conjunto.
Para ir calentando motores del año Haendel 09, los carteles de dos grandes teatros operísticos españoles brindan este año producciones haendelianas (la ópera fue la principal obsesión del germano nacionalizado inglés). El Palau les Arts de Valencia estrena el 16 de febrero una producción de Orlando, que viene del Covent Garden de Londres; dirige el gran especialista Eduardo López Banzo. Por su parte, el Teatro Real de Madrid prepara un montaje de Tamerlano, con dirección musical de Paul McCreesh y escénica de Graham Vick. Entre sus alicientes, Plácido Domingo. Comienza el 26 de marzo.