Doce Notas

EL COMPROMISO DE PEDRO HALFFTER CON EL SIGLO XX

Ernst Krenek

Pocos años después de que se celebrara el cuarto centenario del estreno del Orfeo de Monteverdi, 1607 (con lo que es tradición dar por recién nacida la ópera), el Teatro Real propone dos visiones más del mito.

Una de ellas es la de Gluck, apoteosis del clasicismo, la otra es una versión juvenil de Ernst Krenek. Nacido con el siglo XX (1900), Krenek acomete esta ópera con apenas 24 años, había hecho dos intentos antes, y no tardarían mucho en llegar sus grandes éxitos, Johnny spielt auf, y la que sería la primera ópera dodecafónica completada por un mismo autor, Karl V. Su visión del Orfeo cuenta con un libreto del pintor y poeta Oscar Kokoschka, que crea un clima cercano al posterior teatro del absurdo. Pedro Halffter ya ofreció en Sevilla hace pocas temporadas una de las grandes óperas del que fue profesor de Krenek, Franz Schreker, se trataba de El sonido lejano. Ahora da un paso más para hacerse con un repertorio fecundo, el operismo germano de principios del siglo XX; y lo hace por partida doble, Krenek en Madrid (25 y 27 abril), en versión concierto, y Zemlinsky en Sevilla (24 a 31 de mayo).

Zemlinsky
Alexander von Zemlinsky (1871-1942) fue uno de los grandes nombres del cambio de siglo austriaco. Fue maestro de Alma Mahler y de Arnold Schoenberg, el único que reconoció el creador de la Escuela de Viena, y pronto su cuñado. Gracias a esa relación, Zemlinsky puso en contacto a Schoenberg con los Mahler, creando una complicidad intensa y fecunda. Zemlinsky tuvo un gran talento para el teatro musical. Sus óperas son radiantes y atractivas en lo musical y certeras en el perfil teatral. En ellas se adivina la tortura psicológica que ese hombre, poco agraciado físicamente, debió de pasar. Así, por ejemplo, en El enano parecen traslucirse los estragos de su amor por Alma no correspondido. Mientras que en Una comedia florentina, el argumento del típico triángulo amoroso, según la historia de Wilde, retrata a un doliente aunque vengador marido. Estas dos óperas cortas, y algunas más, han visto la luz recientemente gracias a trabajos como los de James Conlon, que ha ofrecido excelentes grabaciones de la producción zemlinskyana. Hora era, pues, de que nos familiaricemos con el original teatral. Pedro Halffer lleva a su feudo de Sevilla una producción de la Ópera de Frankfurt de 2006.

El enano

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