Doce Notas

SINFONÍA OP. 40. CAPTAIN BLOOD

Es el caso de Zemlinsky, de Krenek, de Schreker y ahora le llega el turno a Korngold. Se hace difícil entender por qué Korngold ha quedado al margen del interés actual hacia ese periodo de la música austriaca. Es atractivo, brillante, magistral en el uso de los medios y de una expresividad absoluta. Su música quedó al margen de cualquier veleidad renovadora y su dedicación al cine (ganó dos Oscar) impregna su música sinfónica, si es que no es al revés. El paso del tiempo, como es lógico, le favorece al alejarle de polémicas y su música tiene todas las de ganar con una escucha desapasionada. Pedro Halffter se recrea en esta magistral y tardía sinfonía que sonaba a siglo XIX a mediados del XX, pero que tiene calidades insospechadas. Gloria Collado

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