Son partituras en facsímil, pero desprovistas de introducciones teóricas y de aparato explicativo. El resultado es una partitura más sencilla, sólo la música y alguna introducción original, cuando la hay. La consecuencia, es una edición más barata sin perder el sello de la casa. Estas Seis Sonatas de Locatelli son buen ejemplo, peden ser tocadas por dos violines o dos flautas y continuo.