Un ensayo de Barthes titula esta edición del Festival de Música Contemporánea. El pensador aludía con “El grano de la voz” a la franja de contacto entre la música y el lenguaje, y ese es el eje que delimita los contenidos. Desde La Pasión del agua, de Tan Dun que abre la convocatoria al exclusivo Orfeo de Hotel Pro forma y el coro de la radio de Letonia que pone el cierre. “Hemos dedicado buena parte del programa a la voz –comenta Fernández Guerra, máximo responsable del Festival en tanto que director del CDMC–, aunque no es más que un poco de lo que se puede hacer en un terreno tan infinito”.
En ese apartado se inscriben también el Artesonado de Fátima Miranda, las canciones para voz y piano del Ensems o la oferta del cuarteto 4 Frequencies, que incluye dos obras de encargo firmadas por Juan Pistolesi y Raquel Quiaro. No son las únicas novedades absolutas con la voz como protagonista. También en el encuentro entre el Sax Ensemble y un grupo del Coro del Teatro Real figuran piezas de Nuria Núñez y Pilar Jurado, que además oficia como soprano en la velada. La frontera Barthiana la establece el Taller Sonoro que, con Vicente Gavira recitando los textos elegidos por César Camarero, dejará patentes los espacios que delimitan estas dos posibilidades de la voz. Además del Segundo Foro de Música contemporánea y las tradicionales jornadas de creación radiofónica, que se trasladan a la Casa Bardín, recordar dos homenajes: el recuerdo a Stockhausen en el piano de Lavandera y un testimonio, también pianístico, a Ramón Barce en su 80 cumpleaños con tres piezas para la ocasión de González Acilu, Marco y Cruz de Castro.