El marchamo de calidad de Solomon Mikowsky es la mejor garantía para arrancar la tercera edición del Festival Internacional de Piano de Castilla y León. Pocos nombres son hoy tan capaces como este músico cubano con raíces ruso-polacas, desde su doble atalaya de pianista y pedagogo –su labor ha sido reconocida por el Instituto de Educación Internacional de las Naciones Unidas, de valorar, contando con el respaldo del valenciano Jesús Ángel Rodríguez, la calidad de los invitados a una cita como la de Valladolid, apoyada por el público desde su instauración en 2006.
Una caja de sorpresas activada por la Fundación Siglo para las Artes de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León conjuntamente con la Manhattan School of Music de Nueva York y el College of Performing Arts de Chicago, dos referentes académicos de la enseñanza musical en los que Mikowsky ejerce la docencia, y de las que vienen los seis jóvenes pianistas de procedencias diversas que, entre los días 15 y 21 de junio desfilar´an por la Sala de Cámara del Auditorio Miguel Delibes, para enfrentarse a las partituras más exigentes de un conjunto de compositores que abarca desde Bach a contemporáneos como Henze o Crumb, pasando por Mozart, Beethoven o Debussy, sin olvidar a los exponentes del romanticismo, ni la música española, representada por el Albaicín de la Iberia albeniziana, a cargo de la bielorrusa Alexandra Beliakovich.