(Foto: Thilonass)
El ciclo se extiende entre el 22 de mayo y el 28 de junio y ofrece cuarenta espectáculos con la ópera en primer plano y con interesantes propuestas en ámbitos sinfónicos y camerísticos, además de debates y mesas redondas. Altibajos dentro de una oferta que experimenta renovación constante.
En junio da comienzo con las cantatas bachianas en la impactante versión escénica de Wernicke –en una coproducción de Stuttgart y Basilea– que subirán a escena los días 4 y 5 con la compañía de la ópera alemana dirigida por Michael Hofstetter. El cierre –25 y 27 de junio–, en lo que al apartado operístico se refiere tendrá lugar con Las bodas de Fígaro que Strehler firmó en 1973 para el teatro de Versalles con la escenografía de Ezio Frigerio y el vestuario de Franca Squarciapino. Víctor Pablo Pérez a la batuta estará al frente de un reparto en el que destacan Lucio Gallo como el conde de Almaviva, Myrtò Papatanasiu. Elena de la Merced se hará cargo de Sussana, Lorenzo Regazzo de Fígaro y Elena Belfiore de Cherubino.
Pero la multiplicidad del artista no se agota aquí o en las dos sesiones liederísticas ya enunciadas. Se recuperan las matinées del Festival que tienen lugar en el Museo de Bellas Artes con varias propuestas camerísticas y se apuesta por la ópera para los más pequeños con la obra de Benjamin Britten El pequeño deshollinador en la producción de Ignacio García. Fuera de la ciudad de A Coruña el festival realizará una gira con la Sinfónica de Galicia a otras ciudades gallegas y la Missa Brevis de Mozart en cartel. Y en el apartado de ópera de cine se proyectarán sendas producciones de Wernicke, La Calisto de Francesco Cavalli con la dirección de René Jacobs y Boris Godunov de Modest Mussorgski, grabada en 1998 en el Festival de Salzburgo. Un homenaje a Mauricio Kagel, el centenario de Oliver Messiaen, además de dos recitales de la mezzosoprano Waltraud Meier y la soprano Annick Massis redondean el certamen.