Es por este motivo que os recomiendo algunos artículos sobre el pretendido “secreto de los Stradivari” que han sido publicados en la revista DOCE NOTAS, así como otros temas relacionados, que para aquellos que tengan interés pueden ser enormemente reveladores y de lo que hago referencia al final de este escrito.
No obstante me gustaría comentar en concreto esta noticia que padece, como todas las aparecidas sobre el tema, de una profunda falta de rigor, de una falta absoluta de seriedad y de una nula comprobación previa de aquello sobre lo que se informa. Los luthieres profesionales nos ponemos las manos a la cabeza cuando leemos que algún científico pretende aplicar el “método científico” a cosas que no pueden estar sujetas a comprobación empírica, simplemente porque mezclan elementos materiales sujetos a análisis objetivos con elementos inmateriales que no pueden ser observados de la misma manera que los primeros.
Cuando las hipótesis de trabajo no están correctamente planteadas las conclusiones que se pueden extraer serán, en el mejor de los casos, absurdas.
Debemos partir de la premisa que Antonio Stradivari (1644-1737) fue un grandísimo artista, el mejor, y que ya lo era en vida. ¿Por qué ésta manía de intentar analizar su obra prescindiendo de su genio?
Analicemos la “noticia”
1) “La densidad de la madera de lo violines más prestigiosos del mundo, los Stradivarius, es la clave de su sonido único”. No puedo estar más en desacuerdo. La densidad de la madera es uno solo de lo múltiples factores que afecta el sonido de lo instrumentos. Pero no podemos olvidar que el buen material por si solo no hace la cosa. ¿Cuántos escultores profesionales, si hubieran podido disponer del prestigioso mármol de Carrara, podrían haber hecho el Moisés de Miguel Ángel? Evidentemente sólo él.
El material es importante, pero todavía lo es más las manos que lo trabajan, el genio que lo concibe, la sabiduría del artista y la seguridad de haber hecho aquello desde pequeño con una sólida formación. Stradivari utilizaba la misma madera que sus contemporáneos. ¿Por qué algunos de ellos son menos valorados y algunos casi olvidados por el gran público y por la historia si utilizaban el mismo material que él? ¿No será que el secreto del sonido de los Stradivari está en la manera como éste gran Maestro los construyó?
2) El segundo párrafo del artículo publicado en 3cat24.cat está repleto de errores monumentales. Primero: “Cuando los maestros «luthiers» Antonio Stradivari y Guarneri del Gesù crearon en el siglo XVII los violines Stradivarius…”. Quien haya redactado éste párrafo demuestra que no tiene ni idea de lo que está informando: Antoni Stradivari y su obra son una cosa y Joseph Guarneri – apodado “del Gesù”- y su obra, son otra. Es como si alguien confundiera y mezclara los nombres de Miró y Dalí con la obra de uno solo de ellos.
3) También podemos leer: “Los expertos querían descubrir el motivo de la diferencia del sonido entre los violines de los grandes maestros y los modernos”. Este enunciado parte de una hipótesis totalmente falsa y errónea, muy reproducida por falta de información, que muchos luthieres luchamos por erradicar y que noticias como éstas se empeñan en perpetuar. Se trata del tópico que un instrumento antiguo necesariamente debe ser más bueno que uno nuevo.
Hay violines modernos extraordinarios y superiores a muchos instrumentos antiguos, todo dependerá de la calidad de unos y otros. La antigüedad por si sola no es garantía de calidad, ya que los años no le otorgan al instrumento ninguna propiedad que no tuviera al principio.
Por otro lado Stradivari construía, en su propio tiempo, lógicamente, instrumentos nuevos, y ya entonces eran los mejores. Plantear de ésta manera qué instrumento suena mejor, si uno moderno o un Stradivari cualquiera, no tiene ningún sentido. Hay Stradivari que por mala conservación no se pueden ni tocar y otros que presentan partes no originales o tienen reparaciones graves que afectan la estructura original.
Lo que sí es cierto es que algunos instrumentos antiguos tienen un sonido más apreciado por los músicos porque a fuerza de tocarlos tienen una vibración tan intensa que repercute muchísimo en la calidad de su sonido, pero deben darse además muchos otros factores que no solamente la antigüedad de la madera.
En cuanto a lo que en el artículo se cita como “el sonido excelso” de un Stradivari también tendrá mucho que ver quien lo toca. Un músico mediocre no lo haría sonar con un “sonido tan excelso” y por otro lado un buen músico es capaz de sacar un buen sonido de cualquier buen instrumento. Además, el sonido excelso no es exclusivo de los Stradivari: un buen porcentaje de músicos de elite prefiere el sonido de lo Guarneri, Bergonzi, Guadagnini o Ruggeri.
Stradivari era un grandísimo artista, el mejor. ¿Por qué buscar excusas o subterfugios?
“El estudio ha permitido ver que los árboles actuales crecen de una manera ligeramente diferentes que en el pasado”. Ésta información por genérica no nos aclara absolutamente nada. El crecimiento de los árboles depende de muchísimos factores: clima, altitud, latitud, erosión, pluviometría… Este tipo de generalizaciones caen por su propio peso. Y repito, la materia prima de la que disponía Stradivari era la misma que la de sus contemporáneos. ¿Por qué su obra es mejor? Sencillamente porque trabajaba mejor. Y en sentido contrario, si como se afirma en el artículo la madera antigua explica la calidad de los Stradivari, ¿cualquier violín de esa época construido con aquella madera ha de ser mejor que cualquier violín moderno? Esto es una absurdidad.
Se puede comprobar en las hemerotecas reales y virtuales que éste “gran descubrimiento” del que se habla en este artículo se publica de manera cíclica y periódica desde hace décadas, casi siglos, con algunas curiosas variaciones, y donde se repiten los mismos tópicos mal entendidos, mal explicados, mal difundidos y nada comprobados.
¿Por qué algunas agencias de noticias no se molestan en comprobar y contrastar lo que difunden? ¿Dónde están los principios del buen periodismo? Algunos copian, y además, mal. También es notorio el afán de protagonismo de algunos luthieres apoyando estas teorías poco serias y no comprobables.
Todo ello es bastante lamentable
Para más información se pueden leer los siguientes artículos:
El secreto de Stradivari, versión 05.07. 1ª parte . Doce Notas nº 56, abril-mayo, 2007. pp.50-54
El secreto de Stradivari 2ª parte, versión 07-07) . Doce Notas nº 57, junio-septiembre, 2007. pp. 60-63
¿instrumento nuevo, instrumento antiguo ? Doce Notas nº 37, junio-septiembre, 2003. pp. 30-32
Orgullo y prejuicio. Doce Notas nº 58, octubre-noviembre, 2007. pp. 54-56
Presente y futuro de la luthería: Retorno al origen
(Fotos: © Jordi Pinto)
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