Las figuras de Berenguer de Palou y Guiraut Riquier dominan el álbum. Textos que aportan vitalidad a piezas que poco tienen que ver con esa idea oscura de la Edad Media. Sugerentes las cuatro canciones incluidas en el manuscrito de San Juan de las Abadesas, cuya reaparición al sur de los Pirineos ha sido celebrada.
Mucha alegría provoca esta grabación, que añade un tono desenfadado y un aporte musicológico a una época interpretada pero analizada limitadamente. El verso cantado y su divulgación callejera les convertía en músicos de la palabra o poetas de la música. En tiempos de Jaime I el Conquistador (dadas sus artes amatorias) se pone de manifiesto la consagración literaria de la lengua catalana, con Ramón Llull. Parece como si estuviésemos invitados a danzar al compás de la Capella y las acertadas voces de Marta Infante y el tenor de enorme profundidad Jordi Ricart.