Son sus últimas obras, escritas en dramáticas circunstancias, enfermo de cáncer y en plena Guerra Mundial. Son las obras en las que se afirma como “músico francés” y rechaza la cultura alemana que agrede a su país. Su calidad es extraordinaria, quizá una de las mejores de toda la literatura de este instrumento; y la edición crítica de Bärenreiter es formidable.