Doce Notas

PREOCUPACIÓN POR EL VIOLÍN DE PABLO SARASATE

lutheria  PREOCUPACIÓN POR EL VIOLÍN DE PABLO SARASATE

Preocupación del GLAE por la restauración de uno de los violines de Sarasate
El GLAE, asociación profesional de luthieres y arqueros de España, quiere expresar su preocupación por las informaciones aparecidas en distintos medios de comunicación y que están recogidas en una nota de prensa del Ayuntamiento de Pamplona el 27 de Mayo de 2008 en la que da cuenta de la “restauración” de uno de los dos violines legados en el año 1893 por el músico navarro a la ciudad de Pamplona.

Se trata del violín que Jean Baptiste Vuillaume, uno de los luthieres más célebres del s. XIX, construyó expresamente para Sarasate.

La persona seleccionada para la “restauración”, no sabemos con qué criterios, es el violinista Zeljko Haliti. No dudamos de la profesionalidad y calidad del Señor Haliti como músico e intérprete, puesto que le avala una dilatada carrera, pero no nos consta que tenga ni formación ni experiencia profesional como luthier y mucho menos como restaurador.

Según el propio comunicado del Ayuntamiento, “Las partes del violín Vuillaume que se han restaurado son el alma y el arco”. Pero no se menciona si se han hecho informes previos sobre el estado del instrumento o si se ha valorado seriamente la necesidad de sustituir piezas originales. Según el luthier pamplonés Patxi Atozki quien, con motivo de un concierto ofrecido por Ruggiero Ricci, lo revisó a petición del consistorio en Octubre de 1993, el violín tenía el puente con la firma original de Vuillaume y las clavijas de época ajustaban y funcionaban perfectamente, si bien aconsejó no utilizarlo más, debido a la existencia de una grieta en la tapa junto al puente. En un artículo del Diario de Navarra del día 28, el violinista Zeljko Haliti dice tener la intención de cambiar el alma, las cuerdas, las clavijas y el cordal y de quedarse alguna de estas piezas originales para tener “un buen recuerdo”.

De la grieta, no dice nada.

En el mismo comunicado del Ayuntamiento, se habla del otro violín legado por Sarasate, un “Gaud & Bernardel” (sic). Sin embargo, no se menciona el autor o autores de los arcos que acompañan a estos instrumentos y que por sí solos pueden ser piezas de gran valor. Cabe preguntarse si, al menos, existe en los archivos del ayuntamiento de Pamplona un inventario detallado de todos estos objetos legados por el maestro, para estar seguros de que en el futuro, nadie más tenga la tentación de quedarse “un buen recuerdo” de Sarasate.

Por último, en cuanto al seguro contratado por el Ayuntamiento para poder ceder temporalmente el violín a la Orquesta Sinfónica de Navarra con motivo del aniversario de la muerte de Sarasate, en otro artículo del Diario de Navarra del día 28 de mayo, el Señor Haliti, preguntado por su valor, dice : «Con estas piezas podemos estar hablando de entre 50 y 70 mil euros». Y en otra nota de prensa del Ayuntamiento de Pamplona del día 11 de septiembre, se puede leer: “El violín está valorado en 70.000 euros a efectos de la póliza de seguro de la cesión temporal. Salió del Archivo municipal el día 8 para permitir que el OSN pudiera ensayar con él».

Mucho nos tememos que esta estimación sobre el valor del Vuillaume, hecha en rueda de prensa por el Señor Haliti, haya sido tomada al pie de la letra por el Ayuntamiento para hacer el seguro. De hecho, esa cantidad no es ni la mitad del precio actual de un violín del mismo autor y se estaría pagando con dinero del contribuyente una póliza que en realidad no cubre el valor de este instrumento excepcional.

El legado de Sarasate forma parte del patrimonio cultural universal y no dudamos de la voluntad y el empeño puestos por el Ayuntamiento de Pamplona por salvaguardarlo. Pero debería actuar con las máximas precauciones a la hora de autorizar cualquier intervención sobre un instrumento que es un documento organológico único para la recuperación y el estudio de nuestro pasado musical.

GLAE (Gremio de Luthieres y Arqueros de España)

Comunicado de AELAP

Subscribimos, desde la AELAP, la misma preocupación manifestada por el GLAE en relación al encargo realizado al Sr. Zeljko Haliti  para que asuma la restauración del violín J.B. Vuillaume que perteneció a Sarasate.

Sin duda se trata de una pieza única que merece ser tratada con el máximo rigor y profesionalidad. Es por ello que también nos preocupa todo el proceso que culminó con el encargo de la restauración a favor del Sr. Haliti.

Desde que el luthier Patxi Atozki se puso en contacto con nosotros para ponernos al corriente del asunto, hemos realizado algunas gestiones encaminadas a averiguar si nuestro colega estaba en lo cierto de sentirse preocupado por este tema. Por lo que hemos podido averiguar el Sr. Haliti se presenta como luthier en su página Web afirmando que “sus dotes innatas para el análisis acústico y físico de la sonoridad de los instrumentos de cuerda, le dan un gran prestigio como experto para el fino ajuste de instrumentos”, sin ninguna otra referencia a formación, estudios ni aprendizaje.

Afirma también, en la misma página, que es un “experto en instrumentos de cuerda” y añade que pertenece a “R.A. I  654”. Estamos pendientes de verificar que dicho número y siglas, en realidad corresponde al registro de artesano que otorga el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, puesto que reside en Valladolid, para el ámbito exclusivo de dicha comunidad y con fines meramente de fomento y promoción del sector artesano de la Comunidad, sin que sirva, por si sólo de acreditación de la condición de experto de nada. Es más, para acceder a dicho registro, ni siquiera se exige ejercer la actividad de forma legalizada. Es por ello que nos sorprende y preocupan los criterios que llevaron al Ayuntamiento de Pamplona a realizar el encargo.

Queremos manifestar desde la AELAP que sería muy encomiable, por parte de todos, exigir de la Administración que cumpla muy escrupulosamente con su propio procedimiento para la contratación de servicios y se realice siempre a través de un concurso público con lo que quedarían satisfechas todas las garantías que el caso requiere.

¿Quién era J. B. Vuillaume?
Jean Baptiste Vuillaume ( 1798 – 1875)

Nacido en Mirecourt, hizo su aprendizaje en su propia villa, trasladándose a París  posteriormente, donde pasó la mayor parte de su vida profesional hasta el fin de sus días. En París trabajó primeramente con la prestigiosa familia de luthieres Chanot, alcanzando un alto nivel de maestría. Posteriormente estableció su  propio taller.
Fue un luthier extremadamente hábil, pero su mayor cualidad era su enorme inquietud  no solamente por mejorar su propio trabajo sino por  investigar en todos los sentidos, acústico y constructivo: inventó el octobass (Musée de la musique de París), violas de distinto tamaños y proporciones, investigó con los arcos, etc.

A todo ello hay que sumarle sus grandes dotes comerciales y su visión de la oportunidad. Conoció al célebre marchante y coleccionista italiano Tarisio (ver 12 notas nº 38 de noviembre 2003: “El espíritu de Tarisio”) del cual fue adquiriendo poco a poco ejemplares de los mejores luthieres italianos del siglo de oro de la luthería: Stradivari, Guarneri, Amati o Ruggeri.

Con todos estos elementos a su favor, J.B. Vuillaume supo realizar copias de los originales italianos que iba adquiriendo, con una tal perfección y a un altísimo valor artesanal y sonoro, que todavía hoy día son muy apreciados por muchos grandes profesionales y concertistas.

Dado el nivel artístico alcanzado por el violinista Pablo de Sarasate, no es de extrañar que adquiriese instrumentos de primer nivel y se interesase por los que producía J. B. Vuillaume, que añadió a su pequeña pero impresionante colección. De entre todos podemos destacar:

El Stradivari que legó al Real Conservatorio Superior de Música de Madrid
El J.B. Vuillaume que legó al Conservatorio Superior de Música de Pamplona, su tierra natal.
Un violín de Gand & Bernardel, que también legó al conservatorio de Pamplona.

Dada la altísima importancia y gran calidad de estos instrumentos legados por Pablo de Sarasate, se pueden considerar, junto con los Stradivari del Palacio Real de Madrid, el mejor patrimonio instrumental de cuerda que se puede encontrar en España, por lo que su mantenimiento y reparación deberían ser escrupulosa y cuidadosamente otorgados a profesionales sobradamente capacitados, reputados y reconocidos dentro del sector y lejos de cualquier duda.

Los violines de J.B. Vuillaume pueden alcanzar hoy día unos precios que oscilan desde los 100.000 hasta los 150.000 euros, siendo junto a Nicolas Lupot los luthieres franceses más cotizados y apreciados de todos los tiempos, casi a la altura de los mejores luthieres italianos.

J.B. Vuillaume

Salir de la versión móvil