
¿Que hace Bretón en mi sección de reseñas? Fácil, suelo acudir con frecuencia a dos símiles en este análisis de la actualidad musical y discográfica. Uno es el símil gastronómico y otro el de la caja estilística. Me explico con el primero. La música no deja de ser un alimento para el espíritu, para la mente, pero también para el cuerpo. Todos los dietistas nos dicen que «en la variedad está el gusto»…y lo saludable diría yo.
Hay sin duda una música para cada momento del día, para los días de la semana, para las estaciones del alma si se quiere ver así. Los platos son variados. Ni los niños se alimentan solo de pasta con tomate frito. Deben ingerir una variedad de alimentos.
Durante una jornada habitual es raro que escuche música de forma intencionada por la mañana. La tarde es otra cosa. Hay un par de horas antes de la cena en las que encuentras hueco para el folk, el rock, el jazz, la experimentación sonora y las músicas clásicas desde la antigua a la música contemporánea.
Este es el secreto: paso de lo “muy intencional” a la mera diversión e información musical, o repaso. Siempre de calidad según mi personal criterio.
Ya estaba advertido, por lecturas previas, de la calidad del Cuarteto Bretón en general y de este disco en particular.
Bretón, salmantino, no necesita mucha presentación. Gran compositor de zarzuelas y obras con fondo popular y tradicional español. Nació en 1850 y falleció en 1923. Conoció entonces el Romanticismo y los posteriores “nacionalismos” y llegó a las postrimerías de serialismo. Un prodigio musical según rezan las crónicas. Desde Salamanca paso a Madrid a completar su carrera musical, exitosa, con sus zarzuelas y música sinfónica.
Tenía clavada la espina de su gusto por la música de cámara y con estas y otras obras consigue resarcirse.
Desde la primera escucha vi una cara A y una cara B en este magnífico disco.
La cara A es el Cuarteto en Sol Mayor para dos violines, viola y violonchelo, obra de 1866, por tanto de juventud. Alegre, extrovertida, popular. Cuatro movimientos magníficamente resueltos por el Cuarteto Bretón a pesar de pasajes rápidos con dificultad interpretativa.
La cara B resulta ser el Cuarteto n 2 en Do menor «dramático«, para los mismos instrumentos que el anterior. Obra de madurez, reflexiva, introvertida, de 1907, con ecos impresionistas – Debussy– y ya de cierta disgregación melódica sin llegar a ideas atonales aún… Magnífica pieza, muy sugestiva y lírica. La interpretación y dinámicas sonoras son muy precisas, como en la anterior, pero con un más que interesante recogimiento expresivo en la Romanza, lenta y majestuosa. Cuatro movimientos también como la pieza inicial.
El internacional Cuarteto Bretón es una de las más excelentes agrupaciones musicales en España con una proyección internacional de grandes dimensiones en festivales y auditorios. Una discografía de envidia desde la música renacentista hasta la actual pasando por los periodos clásicos…este es el segundo disco dedicado a Tomás Breton y sus cuartetos.
Pero mejor acabar aquí y dejar que el lector o lectora recaben más información y lo pidan en su tienda habitual, disfrute garantizado. Si no cezanneproducciones.com, muy recomendable y con muy buena información en el libreto.