
Dice su página web: Igor Urruchi es un artista inquieto que se ha propuesto divulgar el clarinete bajo a través de la difusión de obras ya existentes y el impulso de la creación de piezas nuevas que emplean los recursos de este apasionante instrumento poco conocido para gran parte del público. Igor desarrolla una intensa actividad solista en España, Europa y Latinoamérica con un repertorio centrado en el sXX y XXI. En noviembre de 2019 estrena en Cuba la obra de Óscar Navarro «Concerto» para clarinete y banda con la Banda Nacional de Conciertos de Cuba, formación con la que ya llevó al país caribeño otra obra singular a principios de 2019, The Castle of Dr. Bassclar, de Ferrer Ferrán.
Ha sido dedicatario de dos obras que destacan en el repertorio actual para clarinete bajo: Flor de Otoño, del compositor holandés Jo Sporck, maestro internacional del clarinete bajo, y Siete formas de pedir perdón del destacado compositor español Sebastián Mariné, ambas incluidas en su disco A Long Wave in Common.
Igor ha sido miembro de la Orquesta Joven Holandesa (NJO), la Orquesta Joven de Euskadi (EGO), la Orquesta Intercentros, la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) y de la Banda Municipal de música de Vitoria-Gasteiz, con la que ha colaborado muy frecuentemente durante las últimas temporadas.
Es fundador del grupo de cámara especializado en música contemporánea Horák Conexión, y colabora con la agrupación holandesa Schreck Ensemble, donde ha estrenado obras del reconocido compositor internacional Richard Barrett, con quien además ha compartido escenario.
Desde que iniciara su formación en clarinete junto a Florián Popa, Igor se ha enriquecido con las enseñanzas de multitud de maestros. Patxi Divar en Vitoria, Justo Sanz en Madrid y Henri Bok en Rotterdam han sido esenciales en su desarrollo como músico.
En 2015 entra a formar parte de la discográfica de música clásica iTinerant, con la que publica dos títulos: A long wave in common (2016) y Concerto for bass clarinet and string orchestra (2019). Por otro lado, ha colaborado en diferentes CDs como Inland del compositor Bart Spaan, y grabaciones de los compositores holandeses Xander Hunfeld, Hans van Eck y Norbert Wissing.
No le conocía, ahora sí, Además tenemos amigos comunes en Miranda de Ebro –Adrián Royo, Gonzalo del Val- y seguro que también en Gasteiz – Zuriñe Gerenabarrena?-
Cuando le vea en persona le preguntaré: ¿Qué haces en España? No está el horno de la música contemporánea “para muchos bollos” – bolos- por aquí.
El proyecto que tengo “en mi ordenador” es bastante singular: caja escultura de metacrilatos, poemas, textos recitados, clarinete “bajo” y electrónica… un USB en vez del sobrevalorado y costoso vinilo actual, lo escucho con altavoces exteriores razonables.
Vayamos al momio, la música. De entrada, el uso del clarinete bajo es muy singular salvo en el anonimato sónico de muchas orquestas. En el jazz está más utilizado desde que lo usó Eric Dolphy (so long Eric!) en USA y John Surman en Gran Bretaña. Magníficas tardes de escucha continua en los setenta y ochenta, alguno de sus temas usé como banda sonora en espectáculos teatrales.
Igor es un intérprete de repertorio, podría ser compositor o improvisador, pero prefiere encargar obras a amigos músicos como homenaje a personalidades musicales de los siglos XX y XXI y acomete obras como las que nos ofrece este magnífico trabajo, ejemplos: Adrian Royo con Él vive en su música, dedicada a Eric Dolphy; De Profundis de Carme Rodríguez homenaje a Lili Boulanguer, David del Puerto le compone Glosa dedicada a Francisco Correa de Arauxo; Damnun, dedicada a Francis Bacon compuesta por Anibal Caño; Brucken dedicada a Wasily Kandisky compuesta por Pepe Gavilondo o Zaldilun II dedicada a Ramón Barce compuesta por Eneko Azparren…por mentar algunas de las piezas de este impresionante disco, sorpresa musical final que no desvelo aquí.
Las obras van desde un universo melódico y tonal muy amable al “ruidismo” que permiten la electrónica y el propio instrumento. Amplia gama, muy interesante.
Se que pedir recitales con este tipo de música es como luchar contra molinos de viento con un paraguas, pero estoy convencido que la alta calidad de las obras y la interpretación tienen una componente gestual y escénica que podría atraer a nuevos públicos y amantes de la extraña y muy completa sonoridad de este instrumento excepcional.
Decía antes que las composiciones musicales alternan con el recitado – muy bueno y natural- sin declamación de breves textos poéticos muy bien traídos. Vendría bien alguna información sobre esta faceta: ¿Quién recita? ¿De quién son los textos?
El soporte, metracrilatos industriales, me han permitido deconstruirlo y levantar una pequeña escultura abstracta que me ha acompañado estos días mientras escuchaba y redactada.
Y como todo tiene su fin – como decía la canción- no me queda más que desear que vea la luz como cd, con unas buenas notas de acompañamiento, información junto a ventas razonables y recitales en directo…voy a usar mis contactos en el norte para averiguar algo más. Reseña un poco más larga de lo habitual pero la ocasión lo merece.
Gracias a tempomusicae por acordarse de mí, me han alegrado estos días de comienzo de otoño.
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