Doce Notas

Flow en la música: reducción de la ansiedad escénica y mejora el bienestar y el desempeño

educacion  Flow en la música: reducción de la ansiedad escénica y mejora el bienestar y el desempeño

Actualmente existe un interés general en el desarrollo de habilidades de autorregulación emocional en diferentes ámbitos, tanto en la educación obligatoria, como en el laboral o el ocio. Desarrollar habilidades de conciencia y regulación emocional se relaciona con la capacidad de manejar el estrés cotidiano, utilizar estrategias adaptativas de afrontamiento, fomentar relaciones más significativas, optimizar el desempeño, y, en general, con niveles más altos de bienestar.

Las enseñanzas musicales no son ajenas a estos hallazgos y están introduciendo competencias relacionadas con estas habilidades de autorregulación en los programas de formación de los músicos. La interpretación musical es una actividad compleja a nivel motor, cognitivo y emocional que depende de una variedad de factores no solo relacionados con la competencia musical. Los estados psicológicos pueden influir en el nivel de competencia artística, ya que pueden facilitar o impedir que los intérpretes muestren su verdadero potencial musical. Los especialistas del deporte son conscientes de que la preparación mental de los atletas es tan importante como la preparación física, porque lo que puede marcar la diferencia entre dos atletas igualmente hábiles en una competición es su preparación mental para el desempeño. De igual manera, tocar un instrumento musical o cantar exige un alto grado de control y coordinación muscular que puede ser facilitado o inhibido por la disposición mental del músico.

La experiencia de flow (también traducido como fluidez), caracterizada por afecto positivo, como el disfrute, por una alta concentración y sensación de control, y por una reducción de las preocupaciones y de los temores por lo que los demás puedan pensar, se asocia con la calidad de la interpretación y con una experiencia para el músico más gratificante.

Se considera que promover experiencias de fluidez puede ser beneficioso para los músicos (y otros artistas escénicos) desde diferentes puntos de vista:

Una de las consecuencias de experimentar estados afectivos positivos, como la fluidez, es que aumenta la flexibilidad cognitiva y, también, aumenta el rendimiento en tareas que requieren cambios y actualizaciones rápidas de información en la memoria de trabajo, y que requieren también un acceso más amplio a asociados semánticos remotos. Se cree que la creatividad se beneficia de esa capacidad para generar y utilizar asociaciones remotas, y que eso tiene que ver con el afecto positivo, y, por tanto, con una cognición o estado mental que, en el contexto de las actividades creativas, beneficiaría la asociación libre, la fluidez de la ejecución y una producción más original. Experimentar la fluidez, por tanto, podría ser una forma de promover los procesos creativos.

La teoría de la fluidez distingue entre las condiciones que son necesarias para que ocurra la experiencia y cómo se experimenta esa experiencia. Las condiciones para que ocurra son:

Y bajo estas condiciones podrías alcanzar un estado subjetivo caracterizado por:

Además de las tres condiciones para que ocurra la fluidez, hay otros factores que también podrían facilitar o dificultar la experiencia, como aspectos concretos de la situación y/o características personales del músico. No obstante, desde el conocimiento que tenemos de cómo se experimenta la fluidez se pueden definir objetivos específicos y estrategias concretas para el desarrollo de habilidades de autorregulación que faciliten esta experiencia en los músicos. Como hemos comentado, puede contribuir, por un lado, a mejorar la calidad de su experiencia durante la interpretación, puesto que se asocia con la concentración, la inmersión en la interpretación, la disminución de la ansiedad escénica o un sentimiento de satisfacción, y, por otro lado, aumentar la motivación intrínseca y facilitar el compromiso con la actividad durante largos períodos de tiempo, esencial para los logros creativos y artísticos. Ahora bien, más allá de los beneficios específicos en la actividad profesional, el desarrollo de habilidades de autorregulación dirigidos a facilitar la experiencia de fluidez podría influir en la salud y bienestar general del músico.

De igual manera, aprender a reconocer aquello que promueve la fluidez durante la actividad musical ayuda al músico (y a profesores, directores, etc.) a comprender si una situación contribuye o, al revés, inhibe que se alcance esta experiencia, y también permite potenciar aspectos personales y/o influir en factores que pueden promoverla. Incluso en situaciones como una prueba, o un casting, en las que tienes poco margen para cambiar aspectos “estructurales” de la situación, siempre puedes potenciar los aspectos que sí que están a tu alcance. Por ejemplo, para los profesores es un reto crear situaciones de evaluación que ayuden a alcanzar un estado óptimo para la interpretación. Los resultados de las investigaciones sugieren que los exámenes no fomentan ni refuerzan los niveles efectivos de autoeficacia y confianza, y en la mayoría de los estudiantes pueden inhibir el verdadero nivel de aprendizaje logrado.

En definitiva, promover la fluidez puede ofrecer importantes beneficios psicológicos y mejorar los resultados de la enseñanza y el aprendizaje. Se relaciona con la calidad musical autopercibida tras una actuación, lo que podría aumentar la autoconfianza para futuras actuaciones y mejorar la capacidad del músico para afrontar la AEM. Centrarse más en facilitar experiencias de fluidez que en evitar la AEM promueve una autoconciencia positiva y saludable al crear música. Es decir, fortalecer la autoeficacia antes de una actuación, no solo promueve la fluidez durante el concierto, sino que también genera una autoconciencia positiva después. Esto puede generar una sólida autoeficacia para la siguiente actuación y promover una autoimagen general positiva respecto a la creación musical en situaciones de interpretación.

Para acabar, y para empezar a familiarizarte con la experiencia de flow, te podrías preguntar:

Por Laura Moral-Bofill. Psicóloga especialista en músicos. Dra. en Psicología de la Salud. Profesora y responsable del espacio de orientación en la Escuela Superior de Estudios Musicales, ESEM, Taller de Músics, Barcelona. Miembro del equipo docente del Máster de Psicología y Música de la UNED
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Bibliografía
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