Otra magnífica sorpresa veraniega antes de emprender la carrera de actuaciones y festivales: jazz, opera, teatro, música clásica y contemporánea como magnífica ensalada llena de vitaminas para sobrevivir en el oscuro pero cada año menos frío invierno mesetario.
Vamos primero con la magnífica formación que protagoniza el disco: Trío Ausiás March, valencianos, protagonistas de la interpretación de muchas páginas de música actual estrenando piezas de compositores como Tomás Marco, José Luis Turina, Gabriel Erkoreka, Llorens Barber, Gordon Lawson y Antón García Abril entre otros.
El planteamiento es eficacísimo como vemos en otras ediciones de la misma editorial: presentar varias piezas para la misma formación en el devenir del siglo XX y comienzos del actual. Un panorama completo de la evolución de un estilo, una sonoridad, un área concreta de la creación musical.
Abre el disco la pieza Trío para oboe, fagot y piano de Francis Poulenc, de1925. Tres movimientos que rinden admiración por Manuel de Falla, autor que influyó notablemente en el ánimo compositivo de Poulenc, admirador del dinamismo y versatilidad de la música española y su alto poder evocador de atmósferas y paisajes. Pieza muy escuchada y siempre con placer.
Poulenc da paso a una obra posterior del también francés Jean Francaix, de 1994, tres años antes de su fallecimiento. Planteamientos parecidos: dinamismo, ligereza, virtuosismo, pero ya con ecos actuales levemente seriales. Compositor de una profunda formación y experiencia que no duda en poner al servicio de esta obra.
Del mismo año, 1994, es el tercer trío obra del conocido compositor André Previn, berlinés que tuvo que emigrar a Los Ángeles en la segunda guerra mundial y allí se formó: serialismo, jazz, cine, opera… un gran compositor e intérprete de piano, faceta en la que le conocí por su discografía en el campo del jazz en los ochenta…música muy actual, compleja, evocadora de todas sus influencias y dedicaciones musicales. Pieza de cierto clasicismo al piano, línea que rompen los instrumentos de viento. Ver en directo el tercer movimiento de este trío: Jaunty, deber ser todo un espectáculo a tenor del despliegue de energía que se adivina en la escucha.
La última pieza, original del hondureño Jorge Santos, ya de 2001, es un final de disco maravilloso. Compositor muy actual en sus planteamientos rítmicos y sonoros. Con un interplay perfecto entre los tres instrumentos. Nacido en Honduras en 1974 estudió en Centroeuropa y al estilo e influencias del último serialismo y sonoridad se entrega. Pieza con dos movimientos: de una gran variedad rítmica el primero y andante rápido el segundo de gran belleza evocadora por parte del oboe, protagonista de la pieza junto a un enérgico piano. Una sorpresa, no conocía a este compositor del que me pongo a buscar ya más obras. Magnífico cierre de un disco ejemplar del que se extrae mucho conocimiento y mucho placer musical.
La recomendación de siempre, en su tienda habitual o en lbsclassical.
Y pasen buen verano discográfico
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