Doce Notas

La Quinta de Chaikovsky protagonista en la temporada de La Filarmónica

clasica  La Quinta de Chaikovsky protagonista en la temporada de La Filarmónica


El programa de la noche incluye la poderosa Obertura Egmont de Beethoven, el emotivo Concierto para violonchelo en la menor de Schumann y la grandiosa Sinfonía n.º 5 en mi menor de Chaikovsky.

Esencia y pasión en la batuta de Orozco-Estrada

Andrés Orozco-Estrada, una de las batutas más destacadas del panorama internacional, vuelve a Madrid con la pasión que lo caracteriza. El director colombiano, que inició su viaje musical desde su natal Medellín hasta Viena, destaca la energía y la esencia de sus raíces como parte fundamental de su interpretación: “Esa esencia que está llena de energía, de estas ganas de luchar por tus sueños y de disfrutar con plenitud cada nota que interpreto”, afirma. Además, confiesa su entusiasmo por reencontrarse con el público de La Filarmónica: “Es una de las temporadas más prestigiosas de Europa. Sentir la tradición y el respeto del público madrileño me empuja a dar lo mejor de mí mismo.”

Chaikovski: un viaje emocional

El punto álgido del programa será la Quinta Sinfonía de Chaikovski, una obra cargada de emociones que, según Orozco-Estrada, representa el viaje de la vida del ser humano: “Es como el viaje de la vida del propio compositor, pasando por todos los estados de ánimo.” La sinfonía, a pesar de su dramatismo, se erige como un canto a la vida y a la esperanza.

Beethoven y Schumann: dos visiones del genio

La velada comenzará con la Obertura Egmont de Beethoven, una pieza que encapsula el espíritu heroico y revolucionario del compositor. Para Orozco-Estrada, esta obra resume en pocos segundos la esencia de Beethoven: “Habla de un héroe que se sacrifica por la libertad de su pueblo, nos explica quién era Beethoven y nos muestra su capacidad para crear obras revolucionarias: siempre buscando algo nuevo, diferente, genuino.”

El prestigioso violonchelista Pablo Ferrández, acompañado de su Stradivarius “Archinto” de 1689, interpretará el Concierto para violonchelo de Schumann, una obra de gran carga emocional y lirismo. “Es una obra muy especial y sin duda uno de los grandes conciertos para este instrumento. Es profundamente íntimo, casi como un diario personal, con momentos de melancolía y otros de una ternura extraordinaria”, comenta el músico madrileño.

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