Doce Notas

FALLECE ELISA ROCHE, EXCEPCIONAL FIGURA DE LA PEDAGOGÍA MUSICAL ESPAÑOLA

Elisa Roche ha sido catedrática de pedagogía musical en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, máxima especialista en nuestro país de la metodología Orff, lo que le valió ser galardonada con el Premio Pro Merito 2004 por la Fundación Orff Diessen y, sobre todo, la persona que lideró y personificó la reforma educativa musical más ambiciosa de los últimos cien años en España: la conocida como reforma LOGSE y que, pese a las zancadillas recibidas, introdujo la música en la educación española reglada y creó una arquitectura capaz de resistir ataques, chapuzas e inercias de un tiempo en el que la educación musical era una especie de formación profesional.

Como profesora, ha creado una escuela que hoy ocupa cargos de máxima responsabilidad y que le deben no sólo su visión de lo que es un pedagogo musical, sino unas cotas de autoexigencia y entrega que sólo los más grandes son capaces de comunicar. De hecho, se puede afirmar que con su desaparición perdemos a la última (y quien sabe si la única) regeneracionista de su especialidad. Elisa Roche supo adaptar a cada grado del problema musical español su concreta solución; su preocupación por la formación musical le llevó directamente a indagar en las carencias del formador musical, el profesor. Y es que en nuestro hidalgo país se había dado por supuesto que cualquier músico era ya un profesor, como si aún viviéramos en la época de los gremios. Elisa Roche sabía que eso no era así, y lo sabía porque había desarrollado una exigente carrera de pedagoga en Salzburgo. En la Escuela Orff, conoció de primera mano el sistema de Escuelas de Música, o Hochschule y, de modo especial, las raíces de la sólida implantación de la música en los países centroeuropeos.

En 1990, Elisa Roche, como asesora técnica, se encargó de coordinar a un valiente equipo que puso en marcha un diseño casi revolucionario, al menos considerando la naturaleza de nuestros retrasos. La música se integraba al fin en el sistema educativo, se dividía en tres niveles, elemental, medio y superior, y definía los ámbitos de cada nivel. El nivel elemental y medio iban a transformarse de modo sorprendente y hoy apenas se sabe cómo eran las miserias anteriores a los años 90. El superior, en cambio, iba a aglutinar todos los miedos, reticencias y ajustes de cuentas de un cuerpo de profesores coagulado en torno al temor a perder privilegios. De ese recelo, convertido a veces en odio irracional, saldría el cuerpo de traidores que conseguirían descabezar aquel brioso equipo, todo ello con la impagable ayuda de la Ministra de Educación y Cultura de entonces, la inefable Esperanza Aguirre.

Luego, las enseñanzas (no universitarias), terminaron transfiriéndose a las Comunidades Autónomas y todo terminó enredándose, eso sí, de una manera más descentralizada. Pero, pese a ello, la reforma LOGSE ya no tuvo marcha atrás y hoy es el sustento de la actual Ley Educativa en materia musical. Muchos de los miserables de entonces son hoy gozosos jubilados con carreras musicales perfectamente inanes y cada generación llega a la música con su carga de entusiasmo y con su capacidad de pasar página sean como sean los desajustes.

En los últimos doce años, Elisa Roche mantuvo su batalla por la modernización de la formación musical en varios modos, y uno de los más importantes fueron sus trascendentales artículos en esta revista (leer más en el blog de Doce Notas).

Descansa, Elisa, en paz, por supuesto, te lo has ganado de sobra. Seguiremos, según tu ejemplo, edificando la coherencia y la sensatez en la educación musical de nuestro país.

Jorge Fernández Guerra
Director del CDMC / Primer Director y cofundador de Doce Notas

Descarga artículo Horror en el hipermercado (Revista Doce Notas 4 – diciembre 1996-enero 1997)

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