Este ciclo, ya consolidado, es uno de los eventos más significativos por la calidad y trayectoria de las formaciones que participan y por el objetivo que persigue: hacer llegar la música clásica interpretada por jóvenes al público en general y, muy especialmente, a los jóvenes tanto de Zaragoza capital como de otros municipios de Aragón. Al mismo tiempo se ofrece la posibilidad de tocar en las salas de concierto aragonesas a los jóvenes intérpretes, componentes de estas orquestas.