
Conocido por su enfoque riguroso y su compromiso con la excelencia musical, presenta en San Sebastián un programa con música de Chaikovsky y Ravel. En concreto, el recital abrirá con la Sinfonía n.º 5 del compositor ruso, pieza central del repertorio sinfónico romántico y muy a menudo interpretada como una lucha contra el destino. Su profundidad emocional, la riqueza melódica y la brillantez de su orquestación reflejan, de forma clara y sin tapujos, el genio del compositor para expresar la complejidad de las emociones humanas a través de la música.
La segunda parte del recital estará marcada por las suites n.º 1 y n.º 2 de «Daphnis et Chloé» de Maurice Ravel, obra de apasionante historia ya que fue una «sinfonía coreográfica» encargada por el famoso empresario ruso Sergei Diaghilev para su compañía de ballet, los Ballets Rusos. La obra se basa en la novela pastoral homónima del escritor griego Longo, que narra la historia de los jóvenes pastores Daphnis y Chloé y su amor en un entorno bucólico y mitológico. Casualmente, la pieza ha tenido más éxito a nivel póstumo que en tiempos de su estreno, convirtiéndose ya en una asidua dentro del canon sinfónico.
La maestría de Chailly, combinada con la elegancia alla italiana de la Orchestra Filarmonica della Scala de Milán, convierte esta cita en ineludible dentro del calendario de cualquier melómano o aficionado a la música clásica.
Nacida como una orquesta de foso en el teatro de ópera más prestigioso del mundo, fue Claudio Abbado quien en 1982 la “sacó” de allí e inicio su actividad sinfónica.
Chailly comenzó su carrera como asistente de Claudio Abbado en La Scala de Milán; en 1980 fue nombrado director musical de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín en 1980 y en 1988 de la Royal Concertgebouw Orchestra; de 2005 a 2016, estuvo al frente de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig y a partir de 2015 se convirtió en director musical de la Orchestra Filarmonica della Scala de Milán. Conforman el programa del concierto la Sinfonía nº5 de Tchaikovsky y las suites nº1 y nº2 de Daphnis y Chloé, de Ravel.
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