Doce Notas

Gauthier Dance llega al Teatro Arriaga con dos piezas que adaptan El lago de los cisnes, y la obra de culto Minus 16

contemporanea danza  Gauthier Dance llega al Teatro Arriaga con dos piezas que adaptan El lago de los cisnes, y la obra de culto Minus 16

© Jeanette Bak

Gauthier ha ideado un trío de piezas para grupo. La primera parte combina dos coreografías muy distintas extraídas de su programa Swan Lakes, una imaginativa idea que fusiona obras basadas en el Lago de los cisnes (Swan lake), titulado en plural precisamente para indicar la suma de “distintos lagos” propuestos por cada coreógrafo invitado. En este caso, las dos piezas que bailará la compañía enraizada en la ciudad alemana de Stuttgart corresponden a dos coreógrafos punteros, dos figuras de la danza internacional como son Marie Chouinard y Hofesh Shechter, artistas ya conocidos por el público del Teatro Arriaga, que ha podido disfrutar con alguno de sus trabajos.

La primera pieza de las dos que integran el apartado Swan lakes es de la canadiense Marie Chouinard. Le chant du cygne: le lac convierte a las bailarinas de la compañía de cisnes oprimidos en abiertamente rebeldes, con un mensaje feminista muy directo. La coreógrafa, fiel a su estilo vanguardista y contemporáneo, propone una experiencia inmersiva y sensual en la que se fusionan la danza, la música electrónica y las proyecciones de vídeo.

La segunda pieza es Swan cake, de Hofesh Shechter, y parece un estudio bailado sobre el comportamiento de un enjambre, ambientado en una música envolvente compuesta por él mismo. Hay que recordar que el coreógrafo israelí, afincado en Inglaterra, es conocido por componer bandas sonoras atmosféricas que complementan la singular fisicalidad de su movimiento. Swan Cake se centra en el trasfondo oscuro del ballet clásico. En lugar de la belleza pura y limpia, Shechter nos sumerge bajo la superficie para hacernos comprender que allí hay un tipo de belleza muy singular esperando salir a la luz. Así, nos muestra personas que no tienen un sitio ni elección, pero sí deseos, fantasías y sueños.

Minus 16, una obra «de culto»

El cierre del triple programa es otro capricho. Los 16 miembros de la compañía se unen para interpretar el clásico de culto Minus 16, del creador israelí Ohad Naharin. Como en un caleidoscopio, la coreografía combina diversos episodios, material musical y estados de ánimo que Naharin reorganiza y modifica continuamente. La mezcla musical de mambo, Vivaldi, guitarra eléctrica contundente y música israelí es tan diversa como la combinación de diferentes dinámicas en la obra. Minus 16 se ha convertido en un clásico de culto de la danza de su país y se representa en todo el mundo. Naharin empezó a bailar a la edad de 22 años y se trasladó a Nueva York por invitación de la leyenda de la danza moderna, Martha Graham. Ha estado coreografiando desde 1980, fue director artístico de la Compañía de Danza Batsheva de 1990 a 2018, y sigue siendo su coreógrafo residente.

www.teatroarriaga.eus

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