Compuesta en homenaje a quienes conviven con la enfermedad del Alzheimer, la pieza coral de Torrico será interpretada en la Iglesia del Santísimo Sacramento por más de cien voces del Coro de Voces Graves de Madrid y el Coro de Jóvenes de Madrid dirigidos por Juan Pablo de Juan. Este centenar de voces darán vida a un paisaje de efectos sonoros profundo en su componente emotivo, que busca capturar la esencia misma de la pérdida y el duelo, siguiendo la estela de la misa de réquiem.
El Lamento por los recuerdos perdidos se sumerge en una amalgama musical de reminiscencias renacentistas, a pesar de que su concepción general es primordialmente contemporánea. La obra desvela una cohesión subyacente a través de los elementos temáticos que se presentan en el Lacrimosa, germen del trabajo compositivo y epicentro estructural de la obra. Esta elección establece un vínculo emocional y conceptual que perdura a lo largo de la pieza, persiguiendo abrir un portal hacia esas emociones internas de las personas que son imperecederas y que siempre permanecerán en la memoria.
El programa se completa con una selección de obras corales que exploran las profundidades de la espiritualidad, invitando a los oyentes a disfrutar las dimensiones más íntimas y reflexivas de la música coral de Felix Mendelssohn, Javier Busto, Brian Schmidt, Jake Runestad, Lajos Bárdos, Matthew Maniano, Piotr Jańczak y Calixto Álvarez.
La orquesta barroca Nereydas y el Coro de la Comunidad de Madrid presentan en la Basílica Pontifica de San Miguel (lunes 11 de marzo) otro de los encargos del festival, el Requiem de Jomelli, con motivo de los 250 años de su muerte. Previamente interpretarán Da pacem Domine, de Arvo Pärt, pieza que le fue encargada por el violagambista Jordi Savall para ser interpretada en un concierto de música para la paz celebrado en Barcelona en julio de 2004 en recuerdo de las víctimas de los atentados terroristas que tuvieron lugar en Madrid el 11 de marzo de ese mismo año.
El Requiem de Jommelli se convirtió en la misa de difuntos más interpretada en la segunda mitad del siglo XVIII, hasta que fue relegada a un segundo plano por el Requiem de Mozart. Laureado y reconocido como uno de los más exitosos compositores de ópera del siglo XVIII, Niccolò Jommelli también compuso música sacra a lo largo de su vida como la pieza que interpreta en el FIAS, pues ejerció como maestro de capilla en ciudades como Venecia, Roma o Sttutgart.
Este Requiem es precisamente de ese periodo en Stuttgart, el más próspero culturalmente en la corte de Württemberg. Jommelli lo compuso para el funeral de la duquesa María Augusta, madre del duque reinante Carlos Eugenio, y fue, junto a la obra Pietà Signore, compuesta en 1774, la obra más famosa de su autor.
Duende Madrid, proyecto formado por músicos de flamenco y jazz
El segundo estreno absoluto de este tramo final del FIAS lo protagoniza el 12 de marzo en Teatros del Canal la mirada renovadora del flamenco de Duende Madrid, proyecto del saxofonista Jorge Pardo y el guitarrista Juan Habichuela Nieto, en el que se han unido a algunos de los mejores músicos del flamenco-jazz afincados en la capital de España: Pablo Martín Caminero (contrabajo), Tino di Geraldo (batería), Ton Risco (vibráfono), Bandolero (percusión) y Saray Fernández (bailaora). Esta formación nace con vocación de ser un laboratorio de sonidos y de desarrollo de un estilo musical que tiene a Madrid como el escenario de su nacimiento.
Sus nueve piezas narran el viaje que el flamenco hizo de Andalucía a Madrid para desarrollarse en la confluencia con otras músicas e influencias. Habichuela y Pardo se alternan en las composiciones de Duende Madrid, el viaje del alma, que aluden a palos del flamenco, como la minera, las alegrías, la soleá y a lugares físicos de ese recorrido: los orígenes en el Albaicín granadino y el destino en barrios madrileños como Lavapiés o lugares emblemáticos del flamenco como Casa Patas.
Según sus fundadores, esta “crónica” de ese viaje “es la historia de cómo el flamenco, en las calles de Lavapiés, en los tablaos del barrio de Las Letras, en las pensiones de La Latina se encontró con otras músicas y gracias al espacio que le brindó Madrid se hizo del mundo”.
Esa lectura renovadora del flamenco actual que abandera Duende Madrid es la misma, pero de un modo más radical, que se exhibe en la segunda actuación en el FIAS de Rocío Márquez & Bronquio, esta vez en Teatros del Canal el miércoles 13, de nuevo con su aclamado disco Tercer cielo, un trabajo visionario e inclasificable que los ha llevado a explorar territorios desconocidos.
De nuevo el flamenco es sustrato de otro de los encargos del FIAS, Tengo tres estrellas y veinte cruces, estreno en la Comunidad de Madrid en Teatros del Canal el sábado 16 de marzo. Ángeles Toledano, Víctor Cabezuelo, Gloria Maurel y Javier Martín Balsa regresan al festival que vio nacer este inclasificable y extraordinario proyecto, convertido ahora en un disco de diez canciones inspiradas en el Poema del cante jondo de Federico García Lorca.
Esta obra, que marcará un hito en la historia musical de nuestro país, surgió de las inquietudes de estos cuatro artistas de procedencias diversas (flamenco, jazz, electrónica, pop), cada uno con una visión personal y única de la música, que han unido sus fuerzas y creatividad.
También estreno en la Comunidad de Madrid es el oratorio Vida y pasión de Cristo, de Agustin Pfleger, que presenta la formación noruega Orkester Nord en su primera incursión en el FIAS (Iglesia de Santa Bárbara, viernes 15 de marzo). El conjunto noruego, fundado en 2009, es una de las principales orquestas de instrumentos de época de Escandinavia, especializada en la interpretación de música clásica y barroca con instrumentos históricos. La elección del compositor bohemio para este concierto supone un testimonio de la cultura musical del norte de Europa del siglo XVII, del que este músico es uno de los maestros barrocos más fascinantes.
Pfleger encarna la transición entre Schütz y la herencia de Monteverdi por un lado, y la música de Buxtehude y luego Bach por el otro. Su oratorio ofrece la mezcla única de una experiencia operística completa con un grupo de intérpretes a pequeña escala que, sin embargo, da la sensación de un sonido plenamente incorporado con grandes solistas, recitativos, conjuntos (coros) y partes orquestales.
Tiento Nuovo vuelve al festival dirigido por Ignacio Prego, junto al contratenor Carlos Mena, con un programa que recorre la música que se compuso en la Europa central durante el siglo XVII como casi única esperanza de una vida mejor ante las guerras y pandemias que arrasaron a su paso medio continente.
Esa música es un fiel reflejo de la inestabilidad reinante en el viejo continente en aquella época y del sentimiento trascendental y religioso que permeaba toda la sociedad. Estas dos ideas se plasman en las obras instrumentales y vocales del programa de Tiento Nuevo, que transita entre esos dos mundos, el terrenal y el celestial.
La influencia italiana en la música centroeuropea en este siglo es absoluta y convivirá en la música vocal religiosa con una escritura nueva, como recogen las piezas de Johann Michael Bach, Giovanni Felice Sances, J. H. Schmelzer y Philipp Heinrich Erlebach que se interpretarán en la Capilla del Palacio Real el domingo 17 de marzo. Las obras instrumentales incluidas en este concierto se caracterizan, por su parte, por un lenguaje de gran experimentación, libertad y carácter improvisatorio, y que representan a la perfección el denominado Stylus Fantasticus, predominante en este periodo, ejemplificadas por Johann Heinrich Schmelzer, Johann Rosenmüller, Heinrich Ignaz y Franz von Biber
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