La obra de Carla es enorme, original, magnífica, muy abundante. Desde sus comienzos al lado de Paul Bley, pasando por la época revolucionaria con Haden. Con Peackock, Mantler y Bruce fue más experimental, hasta dar con la relación altamente fructífera en lo musical con Steve Swallow y Andy Shepard, desde los finales noventa hasta la actualidad.
Con ellos se ha dedicado a expandir el concepto del trio de jazz prescindiendo de la percusión. Claro, eso solo lo pueden hacer tres «catedráticos» de su instrumento ..melodía y tempo perfectos, tanto en trio como en los sucesivos en dúos de las piezas.
Además, sin aparente esfuerzo, construyen tramas de sonido altamente inspiradas y originales. La creación del ambiente en cada tema es de premio Nobel. Los desarrollos imaginativos y muy naturales, sin la impostación «de cámara» que a veces sufren estas formaciones tan de vanguardia…muy tranquila y conceptual en este caso. Se permiten homenajear incluso a Matisse. Todo el CD podría ser una suite por su armonía y coherencia. Cinco temas que dan vueltas y vueltas en el tocadiscos hasta que las has estrujado convenientemente. O en el coche, con escucha frente al Atlántico incluida.
Como siempre, no defrauda.
Gracias por tanta música y de tan alta calidad.
Adiós, Carla.
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