Claro, llenar auditorios sinfónicos no se hace en dos tardes y es lo que piden los responsables políticos a sus técnicos y gestores. Pero ¿Quién dijo miedo? María Rubio no al menos. Con un equipo de intérpretes muy variado y específico para cada tema, como el que vemos en el encabezado, acomete obras de compositores actuales españoles y foráneos como Jorg Widmann, Vicente Gómez Pons, Nina Senik, Joan Gómez Alemany, Joan Magrané, Voro García, Amparo Edo Biol, y Elena Mendoza.
La trompa está viviendo un relativo buen momento en la música en España, clásica, contemporánea y jazz. La prueba es que hay intérpretes que salen a buscar un público que saben que existe, muchos de ellos valencianos, como es el caso.
No es un instrumento fácil y las obras del CD exigen una escucha atenta que seguro el directo facilita por sonido, presencia, gestualidad, puesta en escena -especialmente la pieza de Elena Mendoza: ¡Se hace saber!…estoy deseando.
María Rubio, valenciana, recoge la rica tradición musical de instrumentos de viento de su tierra y la proyecta a Europa central y a España…
Formada en Valencia y Alemania es titular de la Orquesta de Valencia y colabora con la Filarmónica de Berlín. Se trata de una artista que podría ya – por posición- «no arriesgar» pero se tira a la piscina musical con el poco agua que se concede a la experimentación, la vanguardia y la innovación en España. En esta ocasión es apoyada por la editora, ejemplar siempre en esta tarea.
¿En los futuros y necesarios directos? Ese es otro cantar. Nadie sabe dónde está el cajón con la pequeña caja fuerte donde un funcionario de bigotillo, visera y manguito guarda los fondos para los conciertos extraños…que luego resultan de mucho interés incluso para un público «average» de festivales y auditorios. ¿Quizá sea más viable en Centros de Arte Contemporáneo? Habría que intentarlo.
De entrada, busquen y escuchen el disco. Yo he disfrutado mucho en estas semanas al regresar del FIS.
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