Los seis temas del disco rezuman Iberia y África por los poros. Todo con un grado de elaboración muy alto y sin apartarse de la frescura inicial. Evocaciones y atmósferas…dejando espacio a todos los músicos para que desarrollen sus propias ideas. Un concepto muy libre y muy eficaz siempre.
Temas casi siempre extrovertidos, aunque incluye una pieza muy personal e interior, Plegaria a la duda…tempo lento, procesionario casi, zigzagueante. Para poder ahondar en nuestros sentimientos e ideas mientras escuchas.
Un viaje de dos años con paradas en controles de avituallamiento musical de todo tipo: salas, festivales, estudios.
Sonido muy eléctrico, pero eludiendo el volumen y distorsiones tan queridas por otras músicas enchufables.
Todo a fuego lento, dejando que los desarrollos maduren aunque tengan que insistir un poco más, con cierto aire minimal en los teclados,.,como sucede en Intacto.
El cierre del álbum, como decíamos en tiempo de vinilos, vuelve a campos más abiertos, hasta folklóricos para acabar con un registro optimista, alegre incluso. Nada mal. Pentalegrias.
Aporta las grabaciones digitales, videos con comentarios, trabajo artístico para cada uno de los temas – es musicóloga y doctora- con una magnífica aportación mediante un código QR. Se agradece, el mundo del cd es muy árido en general.
Se que no soy muy objetivo, tengo bastante cariño por las obras de las tres flautas postPardo: Trinidad Jiménez, Maria Toro, Carmen Vela. Uno es débil ya…en todo caso: gran trabajo, muy recomendable.
A buscar y a disfrutar!!!
___________