En efecto, no falta nada, salvo que este grande y riguroso pianista solo pudo grabar solo dos discos, murió prematuramente con solo 41 años. Niño prodigio de la música asturiana y española desde Madrid donde hace sus primeros estudios parte a perfeccionar su arte a Viena y Fráncfort. Regresa a España y desde San Sebastián forma músicos y da recitales, gana premios en Europa y América. Una neumonía le afecta, tan joven. La vida.
El repertorio es en un sentido amplio «nacionalista»…Rusia, América del Norte, España…con Haydn como pieza de formación pianística.
Intensidad, contención, una gran técnica y limpieza de sonido al piano. Precisión. Piezas muy demandantes técnicamente pero que seguro llevaba de memoria, uso muy preciso de la sonoridad y los pedales. Tempo muy bien asimilado en todas las piezas. Mientras escribo escucho su versión de Rhapsody in Blue, magnífica pieza que nos ayudó a muchos a entender el blues y la música americana más allá de nuestros héroes de la guitarra o el saxo.
¿Qué decir de la fuerza y maestría de Cuadros de Una Exposición? Con ella entendimos que la música es una línea continua, quizá zigzagueante, a pesar de estilos y modas. Podíamos ser rockeros y llevar bajo el brazo- en los 70- el Lp de Cuadros…orquestada por Ravel y la versión de EL&P. Eran otras épocas, ahora hemos vuelto a las burbujas y las zonas de confort.
Las piezas de los españoles son de una maestría importante, seguro que con ellas seducía audiencias en los auditorios del mundo en los que recalaba.
En resumen, llevo días cambiando de CD y leyendo las magníficas notas de esta edición de lujo por la información que contiene, entre ellas, magnífica idea, una entrevista grabada sobre su trayectoria, muy ilustrativa, pura sociología musical de postguerra.
Notable idea del Taller de Músicos de Gijón, de su ayuntamiento y Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular – ejemplo de buen hacer por décadas- y de quienes conservan el legado de este gran profesional.
Una gozada de publicación.
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