Doce Notas

De vuelta ya…

cdsdvds  De vuelta ya…Quizá contribuya a esto el concepto de viaje sonoro que inspira a Gonzalo la figura de Andrés de Urdaneta (Ordizia, Guipuzcoa, 1508) explorador y marino.

Armado con esta inspiración y una gran sabiduría interpretativa y compositiva por parte de los cuatro miembros del grupo, aumentado con la voz de Carme Canela.

La partida, Es bot, rápida en ritmo y más tranquila en las melodías, guitarra y trompeta. Magnifico comienzo. Da paso a Agrio de limón, lento y contemplativo, con mucho espacio entre los músicos…impresionante interplay entre guitarra y trompeta…recuerdos de la sonoridad Wheeler y Abercrombie. Relación instrumental que se mantiene in crescendo en Galeón, dándose el relevo en los solos hasta llegar «a puerto», el final del tema. Muy visual y descriptivo todo, incluso el cierre final: hímnico.

En Los tres mulatos de esmeraldas, cuarto tema del líder, la guitarra levanta la enseña, más distorsionada para formar un fondo sonoro en el dialoga con el resto de los instrumentos.

Impresionante tema de Romain Pilón, Azur, que se mueve en la estructura de un blues lento con sonido hard bop y con una soltura pasmosa. Una lección compositiva, gran gusto y limpieza de sonido con la guitarra.

Simple, tema del bajista, más rítmico, optimista en su compleja melodía en el que puede mostrar ampliamente sus dotes de improvisador. Magnifico Manuel Fortiá.

Para completar nos regalan dos de esas perlas conseguidas en el viaje: Big Nick de John Coltrane, despliegue de sus conocimientos, inmensos claro, exploración sonora hasta llegar casi al free jazz. Y Gota d’ Agua, de Chico Buarque, el puerto sin duda…brasileño, cálido, sentimental en la gran voz de Carme Canela. Gran cierre en estos días en los que se nos han ido tantas personas incluida Gal Costa. Pena no poder ver el pasado sábado a Carme Canela en Palencia en el homenaje a Tete.

Gonzalo tiene una virtud como batería, piensa en el conjunto de la pieza y la sonoridad que quiere imprimir con cada formación y su sonido, sin estridencias, está en todos los lugares de cada tema. No se puede esperar más de un batería y un líder.

Muy recomendable disco que por suerte ya se puede escuchar en directo. A ver si les pillo pronto. Si no está en su tienda de discos habitual: www.hotsak.com

____

Para completar esta reseña me permito el lujo de molestarle con unas sencillas preguntas y así aclarar algunas cuestiones que me surgen sobre su trayectoria y momento actual.

Gonzalo, hagamos historia: ¿Cómo es posible que en Miranda de Ebro haya tanto talento musical en todos los campos? ¿La cercanía a Vitoria? ¿A Haro y sus bodegas?

Jajaja…quizá es eso, el vino provoca efectos devastadores en la sociedad…jajaja

(Ahora en serio) Es verdad que para el tamaño de ciudad que es Miranda, hay muchos músicos por habitante. Y sobre todo dentro de la escena nacional del Jazz. No sabría decirte exactamente cuáles son los motivos de esto, pero sin duda el haber tenido un festival de Jazz tan cercano como el de Vitoria ha sido un hecho importante, al menos en mi carrera. También es cierto, que siempre ha existido una gran tradición musical en Miranda desde hace décadas y que quizá solo en los últimos años hemos visto diferentes generaciones de músicos profesionales de allí, pero siempre hubo afición musical en torno a sus fiestas y celebraciones.

¿Cómo fueron tus comienzos allí? ¿Los años de formación superior y especializada y tu decantación por el Jazz?

Yo empecé de muy niño, a la edad de 7 años estudiando en el Conservatorio de Miranda. Es por esto que creo que todos mis recuerdos desde esa edad hasta la fecha están ligados a la música. Lo digo porque a pesar de haber tenido estudios musicales en escuelas, mi verdadera afición a la música vino por un tema familiar. Tenía un tío que había sido batería en los años 70´s y cada vez que iba a su casa me enseñaba algo de ese instrumento. Automáticamente me volvió loco y abandoné el instrumento que estaba estudiando (trompeta).

A partir de ahí, y como en mi época no había dónde estudiar, me fui buscando la vida. Iba a conciertos y empecé a recibir clases de los baterías que más me gustaban, al principio en Vitoria (mi primer profesor, un auténtico maestro en todos los sentidos fue Kasti Castillo).

Estudié en Madrid con algunos baterías de esa escena, pero enseguida me vino la pasión por el Jazz, y los discos que más me interesaban que llegaban a mis oídos eran de Barcelona, así que hice las maletas y me fui allí. Aproveché para estudiar el Grado Superior en el Conservatori del Liceu y así tener más formación musical y la verdad es que fue una decisión muy acertada. Al acabar recibí una beca para estudiar en Nueva York un curso, así que pude también descubrir el ambiente jazzístico de esa gran ciudad. Recibí clases de maestros como John Riley y Adam Nussbaum. Fue una experiencia muy bonita y a la vez muy intensa.

Tras esta etapa, volví a Barcelona para seguir tocando con los músicos que más me gustaban y algunos proyectos que seguía teniendo hasta que decidí salir de la escena y marchar a Dublín durante 3 años. Recuerdo estos años con mucho cariño y dedicación. Pude volver a tener mucho tiempo para mí y mi instrumento, y a la vez descubrir una nueva escena musical que me abrió muchas puertas no solo allí, sino al resto de Europa.

De nuevo volví a Barcelona en el año 2018, ya que me ofrecieron ser Director del Departamento de Jazz y Música Moderna del Conservatori Superior del Liceu, no pude resistirme a esa gran oferta profesional.

¿Cómo compaginas tu labor pedagógica con mantener vivos varios proyectos de jazz? ¿Discos, giras, clases, familia?

Pues con mucha pasión y dedicación. En esta profesión, a pesar de todos los inconvenientes que tiene, estamos por pura devoción y porque no sabríamos hacer otra cosa. Por lo que como dice el refrán “sarna con gusto no pica”. Hay que hacer muchos sacrificios como tú dices; familia, viajes, amigos…pero el placer de estudiar música, hacerla, compartirla con otros músicos y ver que tus ideas gustan en los diferentes conciertos que das, no tiene precio.

Me considero un músico que da clases, que intenta hacer ese trabajo lo mejor que puede y que en todo momento trata de compartir la experiencia con los estudiantes que quieran. No obstante, desde que tengo uso de razón musical, he estado creando proyectos musicales e intentando avanzar en todo lo que ya sabía, esa ha sido una de mis ideas principales.

Por otro lado, considero que un músico de jazz tiene que ser lo más “promiscuo” (musicalmente hablando) que pueda. Estar tocando con el mayor número de músicos posible, y si encima tienen más experiencia que uno mismo, mejor. Ese es otro de mis pilares musicales, estar en compañía de muchos y buenos músicos.

Un líder claro que mueve todos los hilos de sus discos sin alardes y vana pirotecnia musical. ¿Cómo lo consigues?

No tengo ninguna receta para conseguir eso, solo una; ser yo mismo. Creo que como todos los músicos solemos decir: “tocamos como somos”. Me imagino que no solo lo llevo al lenguaje de mi instrumento, sino que en mis diferentes trabajos discográficos también se vislumbra esa personalidad. Es la que tengo en la vida real.

¿Hay un cierto cambio de sonoridad en este disco? Dejas mucho espacio compositivo e instrumental a tus compañeros. ¿Hay un nuevo Planteamiento grupal?

Absolutamente ha habido un cambio con respecto a mi anterior trabajo discográfico. Desde el aspecto instrumental al más importante, que son los músicos. Estoy acompañado en este caso de diferentes músicos y con cualidades muy diferentes, eso es principalmente lo que hace diferente a esta música.

También el tema compositivo ha sido realmente otro, ya que en su mayoría son temas míos originales inspirados en viajes marinos de los siglos XVI y XVII. Deseaba plasmar en música el concepto de TORNAVIAJE, que significa “de vuelta a casa”. En el sentido musical quiere expresar la idea que tenía de volver a sonoridades musicales anteriores, sonoridades que solía escuchar en mis inicios.

Internacionalización del jazz ibérico: Francia, Italia…colaboraciones, festivales, ¿se lidera el jazz europeo desde el sur ahora?

Como antes te dije, a raíz de mi experiencia en Irlanda, se me abrió un montón la escena de Jazz Europea. He podido tocar con músicos de casi todos los países europeos, teniendo ahora mismo diferentes proyectos con músicos de Italia, Irlanda, Francia, Suecia. pero también de México (a donde estoy yendo ahora mismo), USA, Colombia…creo que como ya te dije también, es muy importante para un músico viajar, conocer otras escenas y desarrollarse en ellas…También es cierto que a Barcelona, ciudad donde vivo, siempre llegan músicos de diferentes países y eso quizá hace más fácil esto que comento que quizá vivir en otras ciudades…

¡¡¡Un abrazo enorme y gracias!!! Nos vemos en los escenarios…

__________

Salir de la versión móvil