En su presentación en Madrid, Juan Ángel Vela del Campo (como vocal del Círculo de Bellas Artes), Begoña Salinas (directora del festival) y el alcalde de la ciudad anfitriona, Iñaki Azcuna, destacaron ampliamente el carácter pedagógico de un festival que pone a disposición de bilbaínos y visitantes una enorme cantidad de música clásica, con intérpretes de primera fila, concentrados en un solo espacio -Palacio Euskalduna- y a precios muy populares, que oscilan entre los 5 y los 9 euros (como excepción, los «macroconciertos» de «las pasiones» y la Misa en si costarán 18 euros), así como la vocación de ser para todos: «no se reservan asientos para nadie, yo mismo hago las colas para comprar entradas», dijo Azkuna.
Con una complejidad técnica y de producción considerable, centrándose además en el barroco y en Bach este año, Musika-Música desplazará hasta Bilbao 5 pianos de gran cola y otros 15 para ensayos, varios órganos positivos, 12 clavecines y otros instrumentos necesarios para las interpretaciones, como timbales y trompetas barrocas, violas de gamba… La nómina de participantes es extensa, y lo mejor es consultar la programación, pero pueden destacarse los pianos de Zhu Xiao Mei (en la foto), Javier Perianes o Judith Jáuregui; los chelos de Rainer Zippeling o Asier Polo; los claves de Silvia Márquez o Andreas Staier; y agrupaciones como la Sinfonía Varsovia, el Ricercar Consort o el Ensemble Vocal e Instrumental de Lausanne, con Michel Corboz en la dirección.