Abandonó los caminos del serialismo hace años y su visión es más americana –Gershwin y Reich- y popular en estos momentos, acercándose al jazz de la mano de Miles Davis, por ejemplo. Si sumas todos estos elementos la ecuación apunta también hacia Stravinsky o al nuevo clasicismo y nuevo barroco de los minimalistas británicos y holandeses. Todo ello pasado por el tamiz de la luz blanca de Portugal.
Tremor, terremoto, remite no solo al acontecimiento trágico de Lisboa. Incluye también todas las incertidumbres personales y sociales que se generan en este tipo de tragedias naturales. De eso van los textos. La música creada en forma de canciones transita esos pasajes emocionales y sonoros. Lo mismo ocurre con los estilos reflejados en el disco. Desde el barroco a la música popular de la guitarra portuguesa pasando por varias formas de minimalismo o el contraste rítmico basado en el scat del jazz en alguno de los temas.
La interpretación del Ensemble Darcos es magnífica y muy precisa, así como la concepción vocal a cargo de la increíble soprano Bárbara Barradas y los cuatro acompañantes vocales. Magnífica labor.
Nuno Corte-Real intercala en sus composiciones dos citas, una de Chopin y la segunda de Bach, muy de acuerdo con su ideario compositivo.
La edición incluye los textos de los poemas en portugués, alemán e inglés. Hubiera estado muy bien hacer lo propio con las presentaciones artísticas, pero el formato CD tiene estas limitaciones, algo que no sucedía con los Lps, claro, pero el precio de producción es más elevado.
Lisboa tiene una luz atlántica, cautivadora, lo mismo pasa con su ambiente musical y cultural…mira más al Atlántico y América que a las llanuras y montañas de centroeuropa y esto se nota en las creaciones. Un placer de escucha inmenso e intenso. Muy recomendable.
Los créditos incluyen las instituciones culturales portuguesas que lo han financiado. Sana envidia.
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