Doce Notas

¡Oh! ¡Sorpresa!

cdsdvds  ¡Oh! ¡Sorpresa!Pensé que ahí quedaba el asunto, en la influencia hispana sobre los pueblos andinos prehispánicos cuando llegamos a sus playas, montañas y planicies y «nos descubrieron». Ahora estas visiones indigenistas están mal vistas por el bando más conservador de la guerra cultural en curso, pero son un gran antídoto al eurocentrismo de la música llamada clásica.

Ingenuo de mí pensé que en el otro extremo del planeta la influencia era mínima, reducida a algunas misiones en Filipinas o Japón en el caso español. Otra cosa es la influencia portuguesa, mucho más extensa y en los dos sentidos como vemos en arquitectura, artes, decoración.

Cuando abrí el paquete de lbs classical pensé: ¿Que hago yo con esto? De entrada no ponerme nervioso, escuchar y leer el magnífico folleto – por esnobismo, supongo, lo leo en inglés-, con el chino aún no me atrevo.

Y el «coco» explotó por lo escuchado y leído. Así llevo casi un mes.

La información histórica es de alto voltaje: dos jesuitas europeos componiendo e interpretando música para el emperador chino del momento y en la Ciudad Prohibida. Siglos XVII y XVIII.

Diego de Pantoja, madrileño de Valdemoro, junto a Matteo Ricci, italiano, entraron a servir en la corte del emperador y se encargaron del intercambio científico, cultural y musical con Europa.

Diego de Pantoja estudia en Alcalá de Henares y después entra en la orden de Ignacio de Loyola, estos inculcaron su interés por tan lejano país. Se embarca en Lisboa y llega a Goa y Macao, de allí a Beijín. El emperador de la dinastía Ming acepta obsequios y conocimientos y comienzan una influencia musical de dos direcciones. Tonadas españolas tañidas con instrumentos europeos y chinos, lo que da a los temas un aire exótico, sin duda, pero muy cercano a lo popular por la afinación más imprecisa de los asiáticos. Entre los instrumentos regalados un monacordio, o sea, un clavecín.

Diecisiete años dura esta relación, allí se le entierra con honores de corte. No hay que decir que la jerarquía católica no veía con buenos ojos está relación simbiótica y cultural. Me suena esto de algo.

Este magnífico y muy placentero trabajo ofrece una muestra de la relación establecida y del grado de sofisticación de la cultura china de la época. Aquí nos habíamos enfrascado en guerras religiosas entre países europeos, destruyendo parte de nuestro legado común.

Organizan los temas de forma en que comenzamos a escuchar música europea ofrecida en la corte (from Valdemoro to Beijing, The congregations of Beijing y Music, Cosmos and Man,theory for The Emperor) para hacer una cuarta parte (Music for the Emperor) exclusivamente de música china con instrumentos occidentales y orientales. Magnifica conjunción, muy sensual, además.

Un epílogo, breve pero intenso ya reproduce un aire chino, A Chinese Air. La simbiosis ya es total.

Un trabajo de entrada muy sorprendente, agradable y magníficamente ejecutado. Especialmente para los que admiramos el sonido de la percusión oriental, en concreto la caja china, un pequeño gran instrumento.

Grabado en el Auditorio Manuel de Falla de Granada a cargo de dos remarcables grupos instrumentales y vocales – Todos los tonos y Aires e Íliber Ensemble-. Muestra de la vitalidad cultural de esa ciudad y de Andalucía entera.

Yo no dudaría en reservar ya un ejemplar en lbsclassical.es

¡Y a disfrutar!

 

 

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