Según han comunicado sus familiares a través de su agencia, la gran diva de la ópera ha fallecido ayer lunes 18 de octubre en Zúrich. Edita Gruberova (Bratislava, 1946) está considerada como una de las principales figuras de la lírica. Especialista del bel canto, también dominó el repertorio de R. Strauss y Mozart.
Ha cantado en los más prestigiosos escenarios internacionales: la Royal Opera House de Londres, la Scala de Milán, la Ópera de París y el Metropolitan de Nueva York, entre otros. Su carrera como soprano de coloratura empezó a finales de los sesenta. Debutó como Rosina (Il barbiere di Siviglia) en la Ópera de Bratislava en 1968. Tras su éxito como Reina de la Noche en la Ópera Estatal de Viena conquistó el coliseo neoyorquino (1977) con el mismo papel.
Su longeva carrera fue posible gracias a su increíble dominio de la técnica vocal, que también le permitió debutar Lucrezia Borgia con 62 años. Se retiró en diciembre de 2019, pocos días antes de cumplir 73.
Durante media década nos regaló su arte dilatado en un amplísimo repertorio de 60 roles. El eco de su voz capaz de alcanzar las notas más agudas se perpetua. El brillo y el metal de su claro instrumento, unido a su genial personalidad la convirtieron en una de las más célebres sopranos que la historia de la música ha visto y verá.
En su legado están las grabaciones discográficas de sus roles más emblemáticos: Gilda (Rigoletto), la Reina de la Noche (Die Zauberflöte), Zerbinetta (Ariadne auf Naxos), Norma, Maria Stuarda, Anna Bolena, Lucrezia Borgia, Lucia di Lammermoor y Elisabetta (Roberto Devereux).
¡Adiós Edita! Ovaciones y vítores te aguardan en el paraíso, pero el mundo de la lírica llora tu pérdida.
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